Cuando se trata de entregar regalos, la puntualidad parece ser un factor crucial para muchos. Sin embargo, un reciente estudio ha demostrado que, en la mayoría de los casos, las personas no se sienten tan molestas por recibir un regalo tardío como sus emisores temen. Los resultados de esta investigación sugieren que, si bien los donantes suelen sentir que un retraso puede afectar negativamente sus relaciones, los receptores tienden a ser más indulgentes de lo que se pensaba.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, se llevó a cabo mediante una serie de seis estudios que analizaron las percepciones de los participantes sobre regalar y recibir obsequios con retraso. El principal hallazgo fue que, aunque alrededor del 65% de los estadounidenses consideran que un regalo debe llegar a tiempo para una ocasión especial, la mayoría de las personas no perciben un retraso como una señal de falta de consideración.
¿Qué opinan los receptores de regalos tardíos?
Según el estudio, las personas que reciben regalos con retraso suelen mostrarse pacientes y agradecidas. En muchos casos, ni siquiera ven el retraso como un indicio de que la persona que da el regalo no se preocupó por ellas. «Los receptores no consideraron que un regalo tardío fuera una señal de falta de cuidado», explicó Cory Haltman, uno de los investigadores principales. Esta actitud puede sorprender a aquellos que sienten que la puntualidad es esencial para transmitir el mensaje de aprecio.
Por otro lado, las personas que dan el regalo tienden a temer que el retraso pueda dañar la relación. En una de las pruebas realizadas en el estudio, los participantes que imaginaron dar un regalo con retraso creían que esto podría afectar negativamente su vínculo con la persona que lo recibiría, mientras que los receptores no mostraban la misma preocupación.
Esfuerzo adicional y la percepción de lo personal
En algunos casos, los participantes que se sintieron culpables por la demora en la entrega del obsequio consideraron que hacer un esfuerzo adicional, como crear un regalo personalizado, podría mitigar el impacto de la tardanza. Según los resultados, aquellos que optaron por regalos hechos a mano pensaron que esto les permitiría compensar el retraso al mostrar un esfuerzo extra.
¿Cuánto es demasiado tarde para un regalo?
Aunque los resultados son generalmente positivos para los que entregan regalos tardíos, hay un límite. Los investigadores descubrieron que, en general, los participantes pensaban que cuanto más tarde llegara el obsequio, más dañina sería la demora. Sin embargo, el daño no era tan grave para los receptores como para los que daban el regalo. Lo que sí dañaría una relación, tanto para quienes dan como para quienes reciben el obsequio, es la falta total de regalo.
Conclusión: un regalo es mejor que no dar nada
El estudio concluye que, aunque es preferible entregar un regalo a tiempo, el simple hecho de enviar un obsequio, incluso si llega tarde, tiene más valor que no hacerlo en absoluto. «Definitivamente es mejor dar el regalo tarde que no darlo en absoluto», afirmó Haltman. Así que, si alguna vez te encuentras en la situación de dar un regalo con retraso, no te preocupes demasiado. En lugar de enfocarte en la impuntualidad, ponte en el lugar del receptor y recuerda que para ellos, lo que importa es el gesto y no el calendario.