En los últimos minutos, se ha conocido que el príncipe Harry de Inglaterra y su esposa Meghan Markle viajaron hacia el castillo de Balmoral, en Escocia, para conocer el estado de salud de la reina Isabel II. La pareja ya se encontraba en territorio británico desde el 5 de septiembre para asistir a la cumbre One Young World.
Dentro de la agenda no estaba planificado ningún encuentro con miembros de la realeza, sin embargo, lo acontecido en las últimas horas con la salud de la abuela del príncipe Harry, la reina Isabel II, requirió la presencia de la pareja en el castillo de Balmoral.
Los médicos de la reina Isabel II mostraron este jueves su “preocupación” por el estado de salud de la monarca y recomendaron que permaneciera “bajo supervisión médica” en el castillo de Balmoral, en Escocia, según un comunicado publicado por el palacio de Buckingham.
“Tras una nueva evaluación esta mañana, los médicos de la reina están preocupados por la salud de Su Majestad y han recomendado que permanezca bajo supervisión médica. La reina sigue cómoda y en Balmoral”, señala el escueto comunicado.
Tras ello, el príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, y la duquesa de Cornualles, Camilla Parker Bowles, se desplazaron a Balmoral, según confirmó Clarence House. Asimismo, el príncipe William, duque de Cambridge, se está desplazando a la residencia, tal y como informó la cadena de televisión británica.
Minutos después, la primera ministra británica, Liz Truss, ha recalcado que “todo el país está profundamente preocupado por las noticias desde el palacio de Buckingham”. “Mis pensamientos y los de la gente de todo Reino Unido están con su majestad, la reina, y su familia en estos momentos”, subrayó.
El comunicado del palacio de Buckingham se publicó después de que la reina, de 96 años, aplazara una reunión telemática con su Consejo Privado (que aglutina a asesores políticos de la monarca) luego de que los médicos le aconsejasen descansar tras el “día completo” que tuvo el martes con el cambio de inquilino en Downing Street.
Dicho cambio de agenda se sumó a la lista cada vez más amplia de anulaciones de actos de Isabel II, siendo una de sus ausencias más simbólicas la que se produjo en la apertura de la sesión parlamentaria, cuando cedió a su hijo y heredero, el príncipe Carlos, la lectura del discurso del Gobierno.
La reina tiene problemas de movilidad y, de hecho, recibió a Truss en su residencia de Balmoral y no en Londres como es tradición de cara a su nombramiento como primera ministra durante la jornada del martes. Las imágenes oficiales difundidas tras el encuentro con Truss muestran a Isabel II encorvada y con bastón.
La reina, que estuvo casada durante 73 años con el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, hasta su fallecimiento en abril de 2021, tiene cuatro hijos, ocho nietos y doce bisnietos. El orden de sucesión establece que el hijo mayor ascenderá al trono en caso de que el monarca muera o abdique, normas que fueron enmendadas en 2013 para garantizar que los hijos no tenían preferencia sobre sus hermanas mayores, en caso de haberlas.
De esta manera, el príncipe Carlos es el heredero de la reina y actuaría como regente en caso de que el estado de salud de la monarca le impidiera llevar a cabo sus funciones, mientras que ascendería al trono en caso de fallecimiento. El segundo en la línea sucesoria es el príncipe William, mientras que el hijo mayor de este, el príncipe Jorge, figura en tercer lugar.