El Partido de la Revolución Democrática (PRD) está dando un giro estratégico significativo al anunciar su intención de registrarse como partido local en Hidalgo. Esta decisión marca un nuevo capítulo para el PRD, que ha experimentado cambios profundos y desafíos en los últimos años.
Julio Valera Piedras, líder del PRD en Hidalgo, ha reconocido que la alianza con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las elecciones pasadas no tuvo el impacto esperado. Este reconocimiento impulsa al PRD a repensar su estrategia y a enfocarse en fortalecer su presencia local en lugar de formar nuevas alianzas con partidos tradicionales.
El partido ha decidido rechazar futuras colaboraciones con el PRI y el PAN. En un giro inesperado, Dante Delgado, presidente nacional de Movimiento Ciudadano (MC), declinó la invitación de la alianza Va por México (compuesta por PRI, PAN y PRD) para una colaboración conjunta en las elecciones de 2024. Esta decisión resalta la creciente fragmentación en el panorama político y las nuevas direcciones estratégicas que los partidos están tomando.
En los últimos seis años, el PRD ha visto una pérdida alarmante del 81% de su militancia, con muchos miembros migrando hacia otros partidos como Morena. Es importante recordar que el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, dejó el PRD en 2012 para fundar Morena, lo que marcó el inicio de una serie de desafíos para el partido.
Miguel Ángel Mancera, coordinador de los senadores del PRD, ha señalado que los resultados poco favorables del partido se deben a alianzas mal planteadas. Este análisis es parte de un proceso de reflexión interna que lleva al PRD a buscar un nuevo enfoque en su estrategia política.
En resumen, el PRD está en un proceso de renovación y ajuste. Al optar por registrarse como partido local en Hidalgo y rechazar futuras alianzas con partidos tradicionales, el PRD busca recuperar su relevancia y reconstruir su base de militancia, alejándose de las colaboraciones que no han dado los frutos esperados.