CDMX a 2 de abril, 2025.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió su promesa de intensificar su política de proteccionismo económico con la imposición de nuevos aranceles a importaciones de automóviles y autopartes. Aunque México logró esquivar los aranceles recíprocos, el impacto en el tipo de cambio no se hizo esperar: el peso sufrió una depreciación ligera frente al dólar.
Según datos del Banco de México (Banxico), el tipo de cambio cerró el 2 de abril en 20.4568 pesos por dólar, un retroceso del 0.60% respecto al cierre previo de 20.3587. Este comportamiento responde a la incertidumbre generada por la nueva medida, que podría afectar indirectamente al sector automotriz mexicano, a pesar de la protección que ofrece el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La decisión del mandatario estadounidense de aplicar un arancel del 25% a autos fabricados en el extranjero se suma a una serie de medidas proteccionistas que han caracterizado su administración. China, Japón y la Unión Europea están entre los principales afectados por estos gravámenes, lo que ha encendido las alarmas en los mercados internacionales.
Si bien México no fue incluido en los aranceles recíprocos, la industria automotriz mexicana sigue en la mira de la Casa Blanca. Trump ha manifestado en varias ocasiones su descontento con el T-MEC y podría presionar para renegociarlo en caso de ser reelegido, lo que sumaría incertidumbre al panorama económico nacional.
A pesar de la volatilidad en el tipo de cambio, expertos aseguran que la economía mexicana tiene margen de maniobra para resistir el impacto. «El T-MEC sigue siendo una barrera de protección clave para la industria automotriz mexicana. Sin embargo, cualquier movimiento en la política comercial de EE.UU. puede afectar la inversión y la confianza en los mercados», explicó un analista de Grupo Financiero Banorte.
El gobierno mexicano ha reiterado su compromiso con la estabilidad macroeconómica y la defensa de los intereses comerciales del país. No obstante, con la posibilidad de una escalada en la guerra comercial global, la vigilancia sobre los movimientos de la administración Trump será clave en los próximos meses.