Por Bruno Cortés
En una reunión clave de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos en el Senado de la República, Adán Augusto López Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política, dejó claro que la experiencia gubernamental es determinante para entender la complejidad de la seguridad en México. Con un discurso que abogó por la profesionalización de la Guardia Nacional, López Hernández no solo respondió a las críticas sobre la militarización del país, sino que también hizo un llamado a la responsabilidad de los legisladores para construir juntos un modelo de seguridad adecuado. ¿Es la Guardia Nacional la solución definitiva, o el debate refleja una crisis de fondo en las instituciones de seguridad pública?
El Argumento de la Experiencia
Uno de los puntos más contundentes del discurso de López Hernández fue su defensa de la experiencia de gobierno. Junto a Alejandro Murat y Javier Corral, exgobernadores como él, López destacó que haber ejercido el poder en sus respectivos estados les ha permitido comprender mejor las dinámicas de seguridad. “Tenemos algo que usted no va a llegar a tener nunca, experiencia de gobierno”, le dijo al senador Marko Cortés en respuesta a las críticas sobre el cambio de postura de Morena respecto a la Ley de Seguridad Interior.
La declaración no solo fue una defensa de la transformación que ha sufrido el grupo parlamentario de Morena, sino una crítica directa a aquellos que, según López, hablan desde la teoría sin haber enfrentado la realidad de gobernar en medio de una crisis de seguridad. Esta diferenciación entre quienes han administrado el poder coercitivo del Estado y quienes solo lo han discutido en el Senado marca una línea divisoria en el debate sobre la Guardia Nacional.
El Debate sobre la Militarización
Uno de los temas recurrentes en la discusión ha sido la supuesta militarización del país a través de la creación y despliegue de la Guardia Nacional. López Hernández, sin embargo, refutó estas acusaciones al comparar la situación de México con la de otros países. Mencionó ejemplos como la Guardia Civil en España, los Carabinieri en Italia, y las fuerzas de seguridad en Francia y Estados Unidos, todos ellos cuerpos con formación militar que han jugado un papel crucial en la protección de sus respectivas sociedades.
El senador argumentó que la militarización no es una realidad, sino una exageración del debate político. Según él, la verdadera cuestión es la ausencia de policías municipales y estatales efectivas en la mayoría de los estados del país. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), solo en 2023, se reportó que más del 70% de los municipios carecen de un cuerpo policial debidamente capacitado. En este contexto, López Hernández sostuvo que la Guardia Nacional no es solo necesaria, sino indispensable para suplir esas carencias.
Resultados y Avances
López Hernández también mencionó los logros en materia de seguridad de algunos estados, como Yucatán, donde el gobernador Mauricio Vila ha mantenido una policía estatal profesional que colabora estrechamente con las fuerzas federales. Este es uno de los pocos ejemplos exitosos de coordinación entre niveles de gobierno, que ha permitido reducir los índices de criminalidad en esa entidad. Sin embargo, la situación en otros estados, como Guanajuato y Zacatecas, continúa siendo crítica.
En Guanajuato, por ejemplo, la colaboración entre la Guardia Nacional y las fuerzas locales ha sido clave para enfrentar la violencia generada por el narcotráfico. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el estado concentra cerca del 10% de los homicidios dolosos del país, lo que refuerza la urgencia de contar con un cuerpo de seguridad robusto y bien coordinado.
La Necesidad de Reformas en Seguridad
Más allá de la polémica, el discurso de López Hernández invita a una reflexión más profunda sobre la estructura de la seguridad pública en México. Aunque se opuso a la creación del delito de narcoterrorismo, argumentando que ya existe una tipificación adecuada del terrorismo en los códigos penales, sí apoyó la idea de elevar la tipicidad del delito de extorsión, una práctica que él mismo impulsó durante su mandato como gobernador de Tabasco.
El llamado de López a “construir entre todos” no fue solo una estrategia retórica, sino una propuesta concreta para avanzar en la profesionalización de las fuerzas de seguridad. En un país donde la violencia sigue siendo uno de los principales problemas, es claro que ninguna solución será efectiva si no se aborda de manera integral, involucrando a todos los actores políticos y sociales.
El debate sobre la Guardia Nacional va más allá de una simple cuestión de militarización o civilización. Se trata de una discusión sobre la capacidad del Estado para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, algo que Adán Augusto López enfatizó con claridad en su intervención. La experiencia de gobierno, como señaló, es fundamental para entender la complejidad del problema y encontrar soluciones efectivas. El llamado final a la unidad entre las diferentes fuerzas políticas es, quizás, la lección más importante de este discurso: el futuro de la seguridad en México no se construirá con divisiones, sino con colaboración y responsabilidad compartida.