Bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la violencia contra los periodistas en México ha escalado a niveles alarmantes. Aunque las fuentes difieren en cifras exactas, todos coinciden en que la situación es crítica y requiere una atención urgente para proteger a los periodistas y garantizar la libertad de expresión.
Según diferentes registros, el número de periodistas asesinados durante el gobierno de López Obrador fluctúa. Hasta julio de 2022, se contabilizan 35 periodistas asesinados desde el inicio de su mandato. Sin embargo, otras fuentes elevan la cifra: la Secretaría de Gobernación (Segob) reportó 63 periodistas asesinados hasta octubre de 2022; la organización Artículo 19 documentó 37 asesinatos hasta agosto de 2022; y el periódico La-Lista registró 40 homicidios hasta la misma fecha.
Paralelamente, el número de periodistas desplazados ha experimentado un aumento significativo. Más de 70 comunicadores se vieron obligados a abandonar su lugar de origen debido a la violencia y a investigaciones sobre corrupción. La impunidad prevalece en más del 90% de los casos de asesinato de periodistas, lo que agrava aún más la situación.
El país enfrenta un precedente sombrío, con 101 y 96 homicidios de periodistas durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, respectivamente. Aún así, la escalada actual de violencia durante la administración de López Obrador parece no tener precedentes.
La violencia persistente y la falta de castigo han llevado a que México sea considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. En última instancia, la discrepancia en las cifras sólo subraya la urgencia de una solución al problema. Todos los ojos están ahora puestos en el gobierno de López Obrador, buscando respuestas y, lo más importante, soluciones para proteger a quienes dan voz a la nación.