CDMX a 25 de febrero, 2022.- El pasado miércoles, durante su conferencia de prensa matutina, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador (AMLO), insistió que Austria debe devolver el Penacho de Moctezuma, que actualmente se encuentra en el Museo de Viena, y aseguró que el gobierno de ese país europeo actuó, en el pasado, con prepotencia y arrogancia.
“Hay que seguir insistiendo que nos devuelvan el penacho y que nos devuelvan todo lo que se han robado y que pertenece a los mexicanos”, dijo el mandatario en su ya clásica conferencia de prensa mañanera.
López Obrador recordó que en 2020 su esposa, la historiadora Beatriz Gutiérrez Müller, viajó a Austria con la intención de entregarle al presidente de aquel país, Alexander Van der Bellen, en la que le solicitaba el préstamo de la pieza arqueológica para que fuera expuesto en México en 2021, en los aniversarios de la Conquista y la Independencia, pero se negaron.
“La respuesta fue que no, argumentando de que no iba a resistir el viaje. Lo cierto es de que se han apropiado de algo que es de los mexicanos, como suele pasar en todo lo que tiene que ver con el arte y la cultura”, recalcó.
Además, calificó el encuentro del presidente de Austria y de su esposa como “muy desagradable”, pues el mandatario de aquel país no tenía mucho conocimiento sobre la pieza, y dijo, estaba rodeado de personas “que se sienten dueños del penacho”.
“Hubo esa negativa, es una actitud muy arrogante prepotente y no hay justificación de que no pudiera trasladarse (a México). Ni siquiera estábamos planteando (…) que nos lo devolvieran, que era nuestro, no, era para que se exhibiera”, insistió López Obrador.
Expresó su esperanza de que en algún momento, Austria cambie de parecer respecto a la devolución del objeto.
El Penacho de Moctezuma es un valioso objeto que ha causado mucha polémica, pues el actual mandatario no ha sido el único que ha reclamado el objeto, ya que anteriormente otros presidentes lo habían pedido. Sin embargo, hay otros objetos que son de origen prehispánico y que se cree pertenecieron a importantes personajes de la historia de México, y se encuentran en otros lugares.
Tal es el caso del también penacho, pero de Cuauhtémoc, quien fuera el último tlatoani mexica, y quien fuera aprisionado y asesinado por el conquistador Hernán Cortés. Este es un objeto circular de 28 centímetros recubierto por un textil y reforzado con cuatro varillas. Este objeto llegó a Europa hace más de 100 años, y está en poder del museo Quai de Branly, ubicado en París, Francia.
Aunque lleva el nombre del Penacho de Cuauhtémoc, los expertos que lo estudian saben están seguros de que no es un tocado, pues es imposible que se pueda colocar en la cabeza. Además, también se ha descubierto que no hay manera de que pudiera haber pertenecido al último emperador mexica, pues el objeto fue confeccionado entre los siglos XVII y XVIII, según los resultados de los estudios de los científicos. También se sabe que los indicios apuntas que el objeto fue creado en Sudamérica, no en México.
Los últimos estudios hechos a la pieza señalan que el artefacto fue creado entre los años 1626 y 1810, o sea, durante la época de la Colonia, cuando Cuauhtémoc ya no existía, pues hay que recordar que fue ahorcado por Cortés en 1525, cuatro años después de la consumación de la Conquista de México. A pesar de esto, actualmente la pieza se exhibe en la exposición que se lleva a cabo en el Museo Nacional de Antropología e Historia, en la Ciudad de México, pues el presidente López Obrador lo pidió prestado a Francia, para la exposición La Grandeza de México, que estará en existencia hasta el próximo mes de abril. Para esta exposición también se pidió el Penacho de Moctezuma a Austria, el cual fue negado, como ya se comentó anteriormente.
El objeto fue vendido en el siglo XIX por el comerciante francés Eugène Boban, quien se presentaba como el anticuario, o sea, la persona que se dedica a vender antigüedades, del emperador Maximiliano de Habsburgo, quien estuvo a cargo del país de 1863 a 1867. Boban ofreció la pieza como mesoamericana, y aseguró que había pertenecido a Cuauhtémoc, con la finalidad de vender la pieza a un mejor precio.
Boban tenía casas de venta de antigüedades en México y París, y por sus manos pasaron muchos objetos, algunos de ellos falsos. Sin embargo, el supuesto Penacho de Cuauhtémoc no es una falsificación, pues sí se trata de una pieza etnológica. Posiblemente fue creada en Sudamérica, y la hipótesis de los expertos señala que podría ser amazónica o andina.