Por Bruno Cortés
En la política mexicana, cambiar de partido es más común de lo que parece, pero ¿qué implica realmente este tipo de movimientos? Marko Cortés Mendoza, presidente del Partido Acción Nacional (PAN), abordó este tema durante una entrevista reciente, justo antes de registrarse como senador. Cortés, visiblemente preocupado, habló sobre las consecuencias que estos cambios pueden tener en el equilibrio político del país.
¿Qué significa cambiar de partido?
Para entender mejor, es útil imaginar la política como un juego de ajedrez. Cada partido tiene sus piezas estratégicas, y cuando un político decide cambiar de bando, es como si una de esas piezas decidiera jugar para el equipo contrario. Esto no solo afecta a las estrategias de ambos bandos, sino que también puede alterar el resultado del juego, que en este caso, es el futuro de México.
Cortés mencionó el caso de dos senadores que, habiendo sido electos bajo la coalición «Va por México» (compuesta por el PAN, PRI y PRD), ahora han decidido unirse a Morena, el partido en el poder. Esta situación ha generado incomodidad entre las filas del PAN, ya que estos políticos, según Cortés, deberían «honrar el voto que tuvieron de la oposición». Es decir, respetar la decisión de quienes los eligieron bajo una bandera política diferente.
¿Por qué es importante el equilibrio político?
El equilibrio político es fundamental en cualquier democracia. Se trata de asegurar que ninguna fuerza política tenga un control absoluto, permitiendo que diferentes voces sean escuchadas y que las decisiones se tomen con un contrapeso. Esto es crucial para evitar abusos de poder y para que las leyes y políticas reflejen una diversidad de opiniones.
Cortés subrayó la importancia de este equilibrio al expresar su preocupación por la posible modificación de la Constitución para favorecer a la mayoría en el Congreso. Según él, el problema no radica en la Constitución misma, sino en cómo se aplica. «Lo que requerimos es que se respete el Estado de derecho», afirmó, refiriéndose a la necesidad de seguir las reglas establecidas y de respetar la pluralidad de opiniones.
Para quienes no están familiarizados con el tema, es como si en un torneo de fútbol, las reglas se cambiaran a mitad del juego para favorecer al equipo que va ganando. Esto no solo sería injusto, sino que también deslegitimaría el torneo en sí.
La preocupación por la sobre representación
Otro punto destacado por Cortés fue la preocupación por la «sobre representación» de Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde en la Cámara de Diputados. Según él, aunque estos partidos obtuvieron el 54% de los votos, la forma en que se distribuyen los escaños podría hacer que su influencia sea aún mayor, dejando sin voz a una parte significativa del electorado.
Este tipo de situación, explicó, «violenta el voto de las y los mexicanos», especialmente de aquellos que no votaron por Morena y sus aliados. Es decir, aunque casi la mitad de los votantes eligieron a otros partidos, sus voces podrían quedar subrepresentadas en el Congreso.
En resumen, lo que Cortés está señalando es un llamado a la equidad y al respeto por la pluralidad en la política mexicana. La democracia se fortalece cuando todas las voces son escuchadas y cuando las reglas se aplican de manera justa para todos.