El PAN se opone a la reforma sobre transparencia y protección de datos: ¿Qué está en juego?

Por Bruno Cortés

 

En el Congreso Mexicano, el tema de la transparencia y la protección de datos personales ha causado un fuerte debate, y el Partido Acción Nacional (PAN) no ha quedado de brazos cruzados. El diputado Éctor Jaime Ramírez Barba, secretario de la Comisión de Transparencia y Anticorrupción, dejó claro que su bancada votará en contra de la reforma secundaria en esta materia, la cual incluye leyes clave como la Ley General de Transparencia y la Ley General de Protección de Datos Personales.

Ramírez Barba no se anduvo con rodeos. En una rueda de prensa, expresó su preocupación sobre lo que, en su opinión, representa un riesgo para la ciudadanía: la concentración del poder y el manejo discrecional de los datos personales. «Tener opacidad, tener el poder concentrado y el manejo discrecional de los datos, es un tema por el cual el Partido Acción Nacional estará en contra de esta reforma», dijo el legislador.

Este paquete de reformas tiene como objetivo armonizar la legislación secundaria con la reciente reforma constitucional que modificó el panorama de la transparencia en el país. La reforma incluye la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados y la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares. Además, busca reformar la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.

Sin embargo, el PAN considera que el proceso está siendo demasiado apresurado. Ramírez Barba señaló que no están dispuestos a aceptar una reforma que se discuta a toda prisa sin consultar a la ciudadanía y sin un verdadero debate abierto. «Solicitamos que haya Parlamento Abierto para que podamos procesar de la mejor manera», subrayó.

Para el PAN, el problema principal radica en lo que consideran un intento del gobierno por concentrar todo el poder, lo que a su juicio llevaría a una mayor opacidad y, lo que es más grave, a un control de los datos personales de los mexicanos. «Claramente lo que este gobierno pretende hacer es concentrar todo el poder, no solamente ser opaco, sino además de poder tomar los datos de toda la ciudadanía», indicó Ramírez Barba, quien calificó esta reforma como «un acto regresivo».

El legislador también aprovechó para recordar que, mientras algunas reformas urgentes como esta se apresuran, otras reformas de gran importancia siguen estancadas. Un ejemplo de ello, según él, es la reforma que busca garantizar un incremento salarial para médicos, enfermeras y policías, la cual aún no se ha publicado a pesar de haber sido aprobada el año pasado por todos los estados. «Hay cosas que les urgen y hay cosas que no», concluyó Ramírez Barba, mostrando su frustración por lo que considera una falta de prioridad en algunos temas cruciales.

Este enfrentamiento dentro del Congreso pone en evidencia las tensiones entre las fuerzas políticas en torno a la gestión de la información y la protección de los derechos de los ciudadanos. Mientras que algunos ven la reforma como un paso hacia una mayor eficiencia y control, otros, como el PAN, consideran que este tipo de reformas puede poner en peligro la privacidad y la transparencia.

El próximo miércoles se espera una nueva reunión extraordinaria en la Comisión de Transparencia y Anticorrupción, donde se discutirá y votará la minuta con las reformas propuestas. Este es un tema que, sin duda, marcará un punto de inflexión en la política pública de México y en la forma en que el gobierno maneja la información de los ciudadanos.

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