Por Juan Pablo Ojeda
El Grupo Parlamentario del PAN, que es la segunda fuerza política en la Cámara de Diputados, está haciendo un llamado claro y contundente: que se respete el acuerdo sobre la rotación de la Mesa Directiva para el segundo año de la LXVI Legislatura. Esta petición fue confirmada por la coordinadora del grupo, Noemí Berenice Luna Ayala, y el vicecoordinador, Elías Lixa Abimerhi.
En un ambiente cargado de tensiones y negociaciones políticas, Luna Ayala subrayó la importancia de que se cumpla lo prometido. “Somos la segunda fuerza política y, en consecuencia, que se nos otorgue lo que nos corresponde”, dijo la diputada, añadiendo que se deben respetar los acuerdos establecidos y la afiliación efectiva que ha determinado la autoridad electoral.
Este reclamo del PAN se enmarca en un contexto donde la Mesa Directiva del Congreso juega un papel crucial en la organización y supervisión de las sesiones. En teoría, la presidencia de la Mesa Directiva rota anualmente entre las principales fuerzas políticas, un acuerdo que busca garantizar un equilibrio en el poder legislativo. El PAN, al ser la segunda fuerza más grande, tiene el derecho de presidir la Mesa en el segundo año de legislatura, de acuerdo con el acuerdo establecido.
El vicecoordinador del PAN, Elías Lixa Abimerhi, también destacó que el acuerdo sobre la presidencia de la Mesa Directiva ya ha sido tomado y votado por la Junta de Coordinación Política (Jucopo). “El cumplimiento de los acuerdos se rige por el respeto a la ley”, dijo Lixa, enfatizando que la LXVI Legislatura debe ceñirse a estos acuerdos fundacionales para garantizar un funcionamiento ordenado y transparente.
La pregunta sobre cuándo se iniciará la discusión de las reformas pendientes, como la reforma judicial, sigue en el aire. Aunque el acuerdo señala la posibilidad de una sesión el 1 de septiembre para comenzar estas discusiones, dependerá de la agenda que la Jucopo establezca en su próxima reunión.
El llamado del PAN para que se respeten los acuerdos de rotación no solo es una cuestión de cumplimiento legal, sino también de principios de equidad y respeto a las reglas establecidas. En un Congreso donde las alianzas y los acuerdos son esenciales para el avance de la agenda legislativa, la forma en que se manejen estos temas puede tener un impacto significativo en la dinámica política y en la efectividad del trabajo legislativo.
Así, mientras se acercan las fechas clave para la LXVI Legislatura, el panorama está cargado de expectativas y desafíos, y la manera en que se resuelvan estos asuntos de rotación y presidencia marcará el ritmo de la política mexicana en los próximos meses.