Por Bruno Cortés
En un día que pintaba histórico para la política nacional, el senador Marko Cortés Mendoza, líder de Acción Nacional, llegó con paso decidido al recinto de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El ambiente estaba cargado de expectación; cientos de ciudadanos de la CDMX y otras partes del país, incluyendo jóvenes universitarios y trabajadores del Poder Judicial, se reunían en un claro respaldo a los ministros. Los legisladores de Acción Nacional, tanto senadores como diputados, se unieron a la causa, reforzando el mensaje de unidad y resistencia ante lo que consideran una amenaza a la independencia judicial.
Con un tono firme, pero cercano, Marko Cortés habló de lo que consideraba una reforma “destructiva”, esa que, según él, amenaza con someter al Poder Judicial y, por ende, a todos los mexicanos. «Hoy venimos a darle todo nuestro respaldo solidario a las y los ministros para que se atrevan a declarar inconstitucional esta reforma», lanzó con convicción, rodeado de senadores y diputados que compartían su postura. Era evidente que para Cortés, la batalla no solo era política, sino una cuestión de principios, una lucha por mantener la balanza del poder equilibrada y en manos de la justicia.
La presencia de jóvenes de diversas universidades y trabajadores del Poder Judicial le daba un matiz especial a la jornada. Había un aire de solidaridad que recordaba que, más allá de las ideologías, la defensa de las instituciones es un tema que une. Cortés resaltó este punto, destacando la importancia de tener el apoyo del pueblo y de figuras clave en el Congreso. “Hoy es un día para mostrar que México tiene una ciudadanía consciente y activa”, subrayó, mientras el murmullo de apoyo se hacía más evidente entre los asistentes.
A esta voz de respaldo se sumó el senador Enrique Vargas del Villar, también de Acción Nacional, quien con determinación declaró: “Estamos aquí afuera de la Corte, las senadoras y los senadores de Acción Nacional, dándole el apoyo a los ministros, a las ministras; es lo que necesita México, que se sumen al apoyo, no a la dictadura de Morena. Que quede bien claro, esta reforma judicial es de Morena y no es para la Justicia de México. En Acción Nacional vamos a seguir apoyando a los ciudadanos y a México. Por un México libre”.
El mensaje fue claro: se necesita valor y determinación de los ministros, y Cortés confía en que los ocho votos necesarios se den para detener lo que él considera un atentado a la justicia. “Confío que Claudia Sheinbaum acate y respete la resolución del Poder Judicial”, apuntó, dejando ver que, a pesar de la tensión, todavía hay espacio para la confianza en la institucionalidad. La frase fue recibida con asentimientos y aplausos de quienes lo acompañaban, reflejando un deseo compartido de respeto a las resoluciones de la SCJN.
Cuando se le preguntó sobre las consecuencias de un fallo a favor de la inconstitucionalidad, el senador no dudó en advertir sobre una posible crisis constitucional y un choque de poderes. “La pregunta es nuestras Fuerzas Armadas, de qué lado van a estar”, comentó con un aire de preocupación que muchos compartían. Sus palabras, aunque duras, resaltaron la necesidad de prever las implicaciones de no acatar una resolución judicial. No era una amenaza, sino una llamada de atención para que todos los actores políticos, incluyendo al Ejecutivo, respeten los límites establecidos por la Constitución.
En un país donde la política nunca deja de sorprender, Marko Cortés y Enrique Vargas del Villar trajeron a la mesa un recordatorio de lo que está en juego: la independencia del Poder Judicial y, con ella, la esencia misma de la democracia mexicana. La jornada aún no termina, pero la presencia y las palabras de estos senadores dejan claro que la batalla por la justicia y el equilibrio de poderes seguirá en el centro del debate nacional.