El Palacio de Buckingham, una de las residencias más emblemáticas de la familia real británica, ha abierto por primera vez al público su ala este, ofreciendo una experiencia única para los visitantes. A partir del 15 de julio, el Royal Collection Trust ha permitido el acceso a nuevas salas que incluyen la sala contigua al famoso balcón desde donde la familia real saluda a las multitudes en ocasiones especiales.
El rey Carlos III ha sido una figura clave en esta ampliación, facilitando que más personas puedan apreciar la historia y el patrimonio del palacio. Sin embargo, las entradas, que se vendieron a 75 libras esterlinas (95 dólares), se agotaron en cuestión de horas en abril, dejando a muchos con las ganas de visitar este año. Solo 6,000 afortunados lograron obtener boletos para explorar el ala este, construida entre 1847 y 1849 para la familia de la reina Victoria.
Los visitantes tendrán acceso al pasillo principal, adornado con pinturas de Thomas Gainsborough, y a la sala que se asoma al balcón del «Mall», famoso por ser el punto de encuentro del público en grandes eventos. Aunque no se podrá acceder al balcón, los visitantes podrán sentir la conexión histórica que este representa desde 1851.
El concepto del balcón fue ideado por el príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria, como una forma de mantener a la familia real en contacto con el pueblo, una tradición que sigue vigente. Caroline de Guitaut, responsable de las obras de arte del rey, destaca la importancia de esta apertura para acercar la historia real a la gente.
El ala este estará abierta hasta finales de agosto, después de más de cinco años de renovaciones que costaron 369 millones de libras (472 millones de dólares). La visita de verano al Palacio de Buckingham estará disponible hasta finales de septiembre, ofreciendo una oportunidad adicional para explorar las 19 salas utilizadas por la familia real para recepciones oficiales.
Una de las atracciones más esperadas es la sala de baile, donde los visitantes podrán admirar el primer retrato oficial del rey Carlos III desde su coronación, pintado por el renombrado artista británico Jonathan Yeo.
La apertura del ala este de Buckingham no solo brinda una visión más profunda de la vida real, sino que también permite a los visitantes sumergirse en la rica historia y cultura que el palacio ha preservado durante siglos. Aunque las entradas para este año ya están agotadas, la anticipación para futuras aperturas y la posibilidad de nuevas experiencias mantiene viva la emoción entre los entusiastas de la realeza y la historia.