El Palacio de Bellas Artes hace historia al abrir sus puertas a las lenguas indígenas

El Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México abrió por primera vez sus puertas a la literatura escrita en lenguas indígenas, un evento que marcó un momento histórico en el marco del Encuentro Nacional de Escritoras en Lenguas Indígenas y el Año de la Mujer Indígena. Con un lleno total en la Sala Principal, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) realizaron el «Recital de Poesía en Lenguas Originarias», una ocasión única para escuchar las voces de diez escritoras de diversas comunidades originarias del país.

 

Las escritoras, provenientes de diferentes regiones de México, compartieron con el público tres poemas de su autoría en sus lenguas maternas, y en algunos casos también en español, lo que permitió una inmersión en la riqueza cultural y lingüística del país. Las participantes incluyeron a Ruperta Bautista (tsotsil-Chiapas), Emilia Buitimea (mayo-Sonora), Rubí Huerta (purépecha-Michoacán), Ateri Miyawatl (náhuatl-Guerrero), Rosario Patricio (mixe-Oaxaca), Juana Karen Peñate (ch´ol-Chiapas), Celerina Patricia Sánchez (mixteco-Oaxaca), Mikeas Sánchez (zoque-Chiapas), Sasil Sánchez (maya-Yucatán) y Natalia Toledo (zapoteco-Oaxaca).

 

A lo largo de la velada, el público pudo disfrutar no solo de la poesía, sino también de una presentación musical de la soprano María Reyna, quien, acompañada por el pianista Joaquín Garzón Rivera y el violinista Rodrigo Garzón Avedaño, interpretó canciones como Canto a la Raíz, Un Segundo y La Llorona en mixe y español.

 

Alejandra de la Paz Nájera, directora general del INBAL, destacó la relevancia de este evento, en el que se reconoce la diversidad lingüística y cultural del país. En sus palabras, este recital fue una oportunidad para que las mujeres indígenas, creadoras literarias y culturales, compartieran sus pensamientos, cosmovisiones y resistencias. «Hoy, el Palacio de Bellas Artes se abre para recibir a las voces de las escritoras en lenguas indígenas, quienes nos muestran los simbolismos, las sonoridades y los universos poéticos de sus territorios», comentó la funcionaria.

 

Por su parte, Nadia López García, coordinadora Nacional de Literatura del INBAL, expresó que este recital era una «posibilidad para seguir compartiendo la palabra, la cosmovisión, la resistencia y el gozo», especialmente porque este tipo de eventos, hasta hace pocos años, era impensable en lugares como el Palacio de Bellas Artes, reservados tradicionalmente para las lenguas dominantes.

 

En el marco del Año de la Mujer Indígena, el evento también fue una oportunidad para poner en valor el trabajo de las escritoras y artistas indígenas, cuyas voces, a menudo marginadas, ahora tienen un espacio en uno de los escenarios más prestigiosos del país. Entre el público se encontraban mujeres que expresaron su emoción por ver el reconocimiento de su trabajo en un lugar tan importante. «Es muy significativo que se valore nuestro trabajo como mujeres indígenas», comentó Maricruz, una de las asistentes.

 

El evento también fue visto como un paso hacia la inclusión, especialmente en un espacio dominado por hombres, como es la literatura. Deny Guadalupe, otra espectadora, destacó la importancia de que las mujeres indígenas sean visibilizadas en este tipo de eventos, pues «no solo es importante en nuestras comunidades, sino en lugares como el Palacio de Bellas Artes, donde se reconocen otros sectores.»

 

Con este evento, las lenguas indígenas no solo cobran visibilidad, sino que también se les otorga el prestigio que merecen. Como mencionó la subsecretaria de Desarrollo Cultural, Marina Núñez Bespalova, es esencial defender y preservar estas lenguas, ya que representan una parte fundamental de la identidad de México. La poesía, la música y la narrativa que se escucharon en el Palacio de Bellas Artes no son solo un arte, sino un testimonio de la resistencia y la fortaleza de las comunidades indígenas.

 

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