Cuba tiene una de las diez mayores poblaciones carcelarias per cápita del mundo, si tenemos en cuenta las últimas cifras públicas. En 1959 había menos de una veintena de prisiones para un país de algo más de 6 millones de habitantes; hoy, como resultado de la “revolución” que prometió convertir las cárceles y cuarteles en escuelas, la isla alberga más de 200 establecimientos penitenciarios, multiplicando por más de diez las cárceles para una población cuyo número sólamente se ha duplicado.
Lamentablemente, este es uno de los tantos temas en los que la desactualización de los datos y, fundamentalmente, la falta de transparencia en la actuación del régimen, nos hace pensar que la situación es más grave de lo que este reconoce. Cuestión que confirman activistas y organizaciones independientes, entre las que se encuentra el propio Observatorio cubano de derechos humanos (OCDH).
En sintonía con el trabajo de estas organizaciones y activistas y, especialmente, en base a las experiencias y testimonios compartidos por muchos presos que han sufrido esta situación, el OCDH expone esta “cárcel virtual cubana”, como gesto de denuncia y testimonio de resistencia.
Invitamos a hacer un recorrido por sus varias instancias, y ver o escuchar una treintena de diversos y desgarradores testimonios, a los que iremos añadiendo otros en próximas actualizaciones. Debido a las lógicas limitaciones de una plataforma de este tipo, esta cárcel es una tímida aproximación a la oscuridad y el terror de una cárcel real en la isla.
Cárceles y centros de internamiento que carecen de las condiciones de salubridad necesarias; donde el limitado espacio, el hacinamiento, la mala alimentación y la deficiente atención médica han sido causa de frecuentes brotes de enfermedades. Condiciones a las que se une el deplorable tratamiento de las autoridades penitenciarias a los presos en general, y, particularmente, a los presos políticos, quienes coinciden en describir abusos, maltratos y torturas varias. Se entiende que el gobierno cubano nunca ha permitido la entrada de observadores internacionales independientes a estas cárceles, donde más de mil prisioneros políticos y de conciencia están injustamente encerrados por el simple hecho de haber ejercido sus derechos humanos.
Si el pueblo cubano, en general está empobrecido y desesperado, luego de tantos años de promesas incumplidas, de carencias de lo más básico y de constante represión policial, imaginemos la situación y el estado de ánimo de los cientos de miles de personas tras las rejas, en especial de aquellos que no debieron estar allí. Esta iniciativa del Observatorio cubano de derechos humanos es en primer lugar una denuncia contra tamaña injusticia; también, un recordatorio a tantos prisioneros políticos que ya no pueden dar su testimonio, al no estar junto a nosotros; y, por tanto y especialmente, una afirmación de los valores y anhelos que movieron la acción y la resistencia de tantos presos políticos desde hace más de sesenta años, para que continúen inspirando a quienes quieren conseguir la libertad y prosperidad plenas en su patria.
VISITA la CÁRCEL VIRTUAL
RESUMEN de REGLAS MANDELA