En el corazón de Delicias, Chihuahua, el Museo del Desierto Chihuahuense (Mudech) celebró su 15° aniversario con una serie de actividades que reafirman su papel como custodio de la historia natural y cultural de la región. Desde talleres infantiles hasta conciertos sinfónicos, el recinto ofreció una experiencia inmersiva para conectar a los visitantes con el fascinante legado ecológico y paleontológico del desierto más grande de Norteamérica.
La jornada comenzó con un taller donde niños y niñas descubrieron las especies de dinosaurios que habitaron la zona durante el Cretácico, combinando diversión con educación científica. En el auditorio, un documental sobre fósiles reveló cómo estos vestigios cuentan historias de un pasado remoto, mientras que las cuatro salas de exhibición guiaron al público por un viaje cronológico: desde la megafauna —como mamuts y tigres dientes de sable— hasta la llegada de los primeros humanos al continente y su interacción con estos gigantes.
Uno de los momentos más reveladores fue la explicación sobre cómo el territorio árido que hoy conocemos estuvo sumergido bajo el mar hace millones de años, un dato que sorprendió a muchos asistentes. Las charlas sobre la evolución de los dinosaurios en aves y las dinámicas geológicas del desierto completaron esta inmersión en la prehistoria.
Pero el Mudech no solo mira al pasado. En colaboración con el Ayuntamiento de Delicias, promovió la conciencia ecológica actual mediante la donación de plantas nativas y talleres sobre cuidado ambiental. El cierre, a cargo del Coro Monumental de Delicias y la Orquesta del Centro de Estudios Musicales, fusionó arte y naturaleza en un emotivo recordatorio de que la cultura también es parte fundamental de la conservación.
Con horarios accesibles y entradas económicas, el museo sigue invitando a explorar sus salas, donde cada exhibición —desde fósiles milenarios hasta muestras de biodiversidad— refuerza un mensaje claro: entender nuestro entorno es el primer paso para protegerlo.