El Fiscal General de Estados Unidos, Merrick B. Garland, ha confirmado que Ismael Zambada García, conocido como ‘El Mayo’, y Joaquín Guzmán López, hijo del infame narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, enfrentarán cargos en la Corte Federal en los próximos días. Esta noticia subraya el continuo enfoque del Departamento de Justicia en la lucha contra el narcotráfico y el Cártel de Sinaloa.
En un video divulgado esta mañana, Garland detalló que tanto Zambada como Guzmán López tendrán sus comparecencias iniciales en tribunales federales, uniéndose a una creciente lista de líderes y asociados del Cártel de Sinaloa a quienes se les está imputando responsabilidad en Estados Unidos. “Ambos acusados enfrentarán múltiples cargos por liderar las operaciones criminales del Cártel, incluidas sus mortales redes de fabricación y tráfico de drogas”, explicó Garland.
Cargos Contra los Acusados
Ismael ‘El Mayo’ Zambada se enfrenta a cargos serios que incluyen tráfico de fentanilo, lavado de dinero, delitos con armas de fuego, secuestro y conspiración para cometer asesinatos. Garland enfatizó que Zambada es considerado uno de los narcotraficantes más violentos y peligrosos.
Por su parte, Joaquín Guzmán López, conocido como ‘El Ratón’, enfrenta cargos relacionados con el tráfico de grandes cantidades de cocaína, heroína y metanfetamina, entre otras drogas. El Fiscal General subrayó la gravedad de estos cargos y el impacto que estos narcóticos tienen en la salud pública y la seguridad de la comunidad.
Contexto y Enfoque del Departamento de Justicia
Garland recordó que, desde el año pasado, el Departamento de Justicia se ha comprometido a enfrentar la epidemia de fentanilo, y que las autoridades estadounidenses han intensificado sus esfuerzos para llevar a los responsables ante la justicia. La detención de Zambada y Guzmán López en El Paso, Texas, marca un hito importante en esta campaña.
“La captura de ‘El Mayo’ y su asociado representa un avance significativo en nuestra lucha contra el narcotráfico”, declaró Garland. “Estamos decididos a responsabilizar a quienes perpetúan esta crisis y a desmantelar las organizaciones criminales que la alimentan”.
Este desarrollo refuerza el compromiso de Estados Unidos en la lucha contra las organizaciones de tráfico de drogas y la crisis de fentanilo, destacando la importancia de una acción coordinada y persistente para abordar uno de los problemas más graves que enfrenta el país en términos de salud pública y seguridad.