Por Bruno Cortés
En el México de hoy, hay un manual no escrito para el poder: cuando la realidad se pone fea, apunta a los medios. AMLO, Claudia Sheinbaum y su séquito han perfeccionado el arte de la culpa creativa. ¿Un secuestro? Invento de Gutiérrez Vivó. ¿Un narco-bloqueo? Fantasía de Ciro Gómez Leyva. ¿Robaron tu carro? ¡Seguro Adela Micha lo escondió en su estudio! La narrativa es clara: «Los problemas son ficción, tienen mucha imaginación». Pero, ¿qué hay detrás de este libreto repetido hasta el cansancio?
- El Arte de Culpar al Mensajero (y No al Problema)
Desde que AMLO llegó a Palacio Nacional, las mañaneras se convirtieron en el escenario perfecto para un género nuevo: el thriller de la conspiración mediática. Cada pregunta incómoda, cada dato duro sobre inseguridad o corrupción, se responde con la misma cantaleta: «Es un complot de la prensa fifí». Y aquí, los personajes son clave:
Gerardo Fernández Noroña, el caballero andante de la 4T, acusa a Loret de Mola de «fabricar crisis» hasta por un reporte del clima.
Claudia Sheinbaum, en su papel de PresidentA científica, desestima cifras de feminicidios con un «los medios exageran para desprestigiarnos».
AMLO, el gran director de esta obra, resume todo con su mantra: «Si no sale en La Jornada, no existe».
Hasta la inseguridad tiene culpables de rating: según el guion oficial, Joaquín López-Dóriga planea los homicidios desde su cabina, y Brozo organiza marchas zombis desde Latinus.
- El «Manual del Buen Chivo»: Instrucciones para Gobernar Sin Responsabilidad
¿Cómo replicar esta estrategia?
Aquí el paso a paso, según el Manual del Buen Chivo (edición 2024, la 2025 está en proceso):
Niega todo con poesía: Usa frases como «No es violencia, son abrazos mal dados» o «Los datos son neoliberales».
Personaliza el enemigo: Si un periodista investiga corrupción, responde: «¿Cuánto te pagó Carlos Loret?».
Inventa un arquetipo: Convierte a los medios en «amarillistas, alarmistas, mentirosos». Repite hasta que se crea.
Distrae con folclor: ¿Hay 35,000 homicidios al año? ¿Quién dijo que los zapatos eran de los desapareciso? Mejor habla de los «logros morales» de tu gobierno.
Ejemplo práctico: En 2023, cuando Animal Político reveló desvíos en Estamos Contigo, Sheinbaum respondió: «Esa nota huele a Televisa». Y listo: problema resuelto.
- La Tragicomedia de los Datos vs. La Fantasía Oficial
Mientras el gobierno insiste en que «México es más seguro que Suiza» (versión Fernández Noroña), los números cuentan otra historia:
Homicidios dolosos: Promedio de 94 diarios en 2023 (Segob).
Secuestros: Aumentaron 32% en el primer trimestre de 2024 (SESNSP).
Feminicidios: 10 diarios (ONU Mujeres).
Pero, ¡atención! Según la lógica oficial, esto es «puro ardor» de medios fifí. ¿Un desaparecido en Puebla? «Alguien le habrá dicho a Adela Micha que lo escondiera». ¿Extorsión en Sonora? «Seguro Carmen Aristegui lo grabó para su podcast».
- ¿Y la Solución? Cambiar el Canal (o Mejorar el País)
El problema no es que los medios critiquen, sino que el gobierno gaste más energía en desacreditarlos que en resolver lo que denuncian. Mientras AMLO y ahora sus herederos acusan a los periodistas de «querer volver al PRIAN», las víctimas de violencia siguen esperando justicia.
¿Ironía máxima? El mismo gobierno que llama «farsantes» a los reporteros usa sus ruedas de prensa diarias para difundir… ¡su propia versión de los hechos! Eso sí, sin preguntas incómodas.
Epílogo: El Pueblo que Susurraba «Es un Complot»
Al final, este libreto tiene un riesgo: cuando todo es «complot», nada es responsabilidad. Mientras el poder se entretiene señalando a Javier Alatorre por cada bala perdida, los ciudadanos se quedan sin respuestas (y a veces, sin vida).
Y así, en este México surrealista, la frase «fueron los medios» ya compite con «el que hizo el delito, fue el PRI». Pero ojo: si mañana te asaltan, recuerda que el culpable no es el ladrón… ¡es Chumel Torres por no denunciarlo en clave de meme!
¿Y tú? ¿Ya identificaste a tu periodista culpable favorito?