CDMX a 20 de septiembre, 2024.- El Instituto Nacional Electoral (INE) se prepara para arrancar la organización del proceso electoral extraordinario que marcará un hito en la historia democrática de México: la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en junio de 2025. El lunes 23 de septiembre, con un acto cívico y una sesión del Consejo General, comenzará formalmente la preparación para este complejo proceso electoral.
La consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei, reconoció que esta elección representa un reto sin precedentes para el instituto. La Reforma Judicial, vigente desde la semana pasada, ha cambiado las reglas del juego al excluir a los partidos políticos del proceso organizativo y otorgar al INE la responsabilidad de diseñar un nuevo marco regulatorio y operativo para llevar a cabo las elecciones.
Uno de los primeros pasos será la reforma al Reglamento de Sesiones del Consejo General, que establecerá la exclusión de los partidos en la organización del proceso. Además, el INE deberá crear un nuevo Marco Geográfico Electoral para la elección judicial, ya que los jueces y magistrados no se eligen por los tradicionales 300 distritos federales, sino que sus áreas de adscripción están determinadas por la carga de trabajo y los procesos judiciales.
Taddei explicó que, aunque se parte de cero y sin recursos asignados, confía en las áreas técnicas del INE para superar los retos logísticos y operativos. «Estamos poniendo por primera vez reglas del juego sin la participación de partidos políticos, y aunque no tenemos leyes secundarias, contamos con facultades reglamentarias para sustituir esa ausencia», declaró.
El reto pedagógico también será crucial. El INE deberá emprender una campaña para educar a los ciudadanos sobre cómo, cuándo y dónde votar, además de definir aspectos clave como el diseño de la boleta electoral, las casillas y los centros de votación.
La elección de jueces, magistrados y ministros por voto popular es una de las reformas más significativas del gobierno actual, con el objetivo de democratizar el Poder Judicial. Sin embargo, este proceso inédito en México trae consigo desafíos tanto para el INE como para la ciudadanía, que deberán adaptarse a un nuevo esquema electoral en el que los partidos no juegan un papel directo.
El INE tiene ante sí la responsabilidad de garantizar que este proceso sea claro, eficiente y accesible para todos los votantes, en medio de un contexto político y legal inédito. La sesión del 23 de septiembre marcará el inicio de un camino lleno de complejidades, pero también de oportunidades para fortalecer la democracia del país.