En un mundo cada vez más interconectado, la información fluye a través de fronteras y pantallas con una velocidad sin precedentes. Sin embargo, esta nueva era digital viene acompañada de un fenómeno perturbador: la desinformación. Una reciente encuesta de la UNESCO ha revelado que un abrumador 87% de la población en 16 países, incluido México, anticipa que las noticias falsas, o «fake news», podrían influir significativamente en los resultados de las elecciones de 2024.
El estudio, que incluyó naciones tan diversas como Argelia, Estados Unidos y Ucrania, destaca la percepción global de un problema que no conoce fronteras. En México, las redes sociales se han convertido en el principal canal de información para el 61% de los encuestados, superando a la televisión (55%), a las páginas web de medios de comunicación (25%), a la radio (14%) y a los periódicos y revistas (9%).
La preocupación no es infundada. El 67% de los mexicanos encuestados señaló que la desinformación está muy extendida en las redes sociales, mientras que un 33% identificó los grupos de mensajería instantánea como vectores de fake news. La televisión y los sitios web de medios de comunicación también fueron señalados, aunque en menor medida, con un 24% y un 16% respectivamente.
Este escenario plantea un desafío crítico para la democracia y la integridad de los procesos electorales. La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, advirtió sobre los riesgos que la desinformación y el discurso de odio representan para la sociedad, la paz y la estabilidad.
La encuesta también reveló que hay una división de opiniones sobre quién debe combatir la desinformación: un 29% cree que es responsabilidad del gobierno y los reguladores, mientras que un 23% piensa que los usuarios de redes sociales deben ser los vigilantes.
En México, donde el impacto de las redes sociales es innegable con más de 81 millones de usuarios únicos, el periodismo enfrenta el reto de navegar en un mar de información y desinformación. Los periodistas mexicanos reconocen la gravedad de la proliferación de noticias falsas y la necesidad de estrategias efectivas para contrarrestarla, favoreciendo medidas formativas tanto para los profesionales de la información como para el público.
A medida que se acercan las elecciones de 2024, la UNESCO ha presentado un plan de acción que incluye siete principios para combatir la desinformación y las noticias falsas en las redes sociales, enfatizando la importancia de asegurar el respeto a los derechos humanos y la creación de organismos reguladores.