Un silencio sepulcral recibió el domingo el cortejo fúnebre de la reina Isabel II a su paso por el remoto pueblo escocés cercano a su querido castillo de Balmoral, con miles de personas apostadas en las calles para presentar sus respetos.
Algunos arrojan flores ante el coche fúnebre negro que transporta el féretro de Isabel, cubierto con el estandarte real de Escocia y una corona de brezo blanco, dalias y arvejillas, mientras recorre un soleado y verde campo escocés.
Los restos mortales de Isabel II salieron este domingo del castillo escocés de Balmoral, donde falleció el jueves a los 96 años, rumbo a Edimburgo, el inicio de un periplo que permitirá a los británicos despedirse de su reina.
«Su majestad nos dio su vida y su tiempo de manera desinteresada. Rendirle homenaje de una manera tradicional era una forma de agradecerle todo lo que hizo», explicó en Balmoral Mark Lindley-Highfield, de 47 años, vestido con un frac negro y sombrero de copa.
Miles de personas contemplaban el paso del cortejo fúnebre a través de la verde campiña escocesa. En Ballater, la primera localidad atravesada y donde la reina era muy conocida, la gente estaba apostada en la calle principal y algunos lanzaron flores.
– «Momento histórico» –
Desde la muerte de la soberana el jueves cuando veraneaba en su residencia privada, los preparativos para recibir su féretro no cesaron en Escocia, una de las cuatros naciones del Reino Unido junto a Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte.
«Es realmente emotivo. Es genial que venga aquí para que todo el mundo pueda presentar sus respetos (…), para que los escoceses puedan despedirse y dar un último adiós a su reina», dijo la víspera a la AFP Paloma en la capital de Escocia.
Tras un largo viaje por carretera que pasará por Dundee y Aberdeen, el féretro llegará hacia las 16H00 (15H00 GMT) a la capital escocesa, donde permanecerá hasta el martes, cuando un avión lo transporte a Londres. Su funeral tendrá lugar el 19 de septiembre.
Al protocolo oficial para el momento de su muerte, cuidadosamente elaborado durante años bajo el nombre en clave de «London Bridge», hubo que agregar disposiciones especiales dado que falleció en Escocia, la conocida como «Operación Unicornio».
En Edimburgo, las aceras a lo largo del recorrido fueron protegidas con barreras para que escoceses y visitantes puedan ver pasar el cortejo. «Es muy loco poder vivir este momento histórico», dijo Jake, de 22 años.
El féretro reposará en la sala del trono del palacio, antes de ser trasladado el lunes en procesión a la cercana catedral de Saint Giles, donde se celebrará un oficio religioso en presencia del rey Carlos III y donde la gente podrá despedir a su «amada mamá».