Por Juan Pablo Ojeda
El Estadio Monterrey se convirtió en un verdadero templo del fútbol al albergar un emocionante partido de leyendas, organizado por el comité de la sede Monterrey 2026. Esta actividad, en el marco de las celebraciones previas al Mundial, reunió a grandes figuras del fútbol mundial y mexicano, quienes regalaron a los aficionados un espectáculo cargado de magia y recuerdos imborrables.
Desde el inicio del encuentro, el ambiente en las gradas fue electrizante, con miles de seguidores coreando los nombres de sus ídolos. La primera mitad tuvo como protagonista indiscutible a Andrea Pirlo. El maestro italiano deslumbró con su calidad y, en una jugada espectacular, recibió el balón fuera del área y, con un toque magistral, lanzó un disparo que se coló en el ángulo superior de la portería, dejando sin opciones al legendario Oswaldo Sánchez. El estadio estalló en aplausos, celebrando el golazo de Pirlo, quien demostró que su magia aún está muy viva.
Sin embargo, las leyendas mexicanas no se quedaron atrás. Poco antes del descanso, Luis «Matador» Hernández hizo vibrar a los aficionados locales al igualar el marcador. Con su instinto goleador, aprovechó una jugada rápida y definió con precisión, batió a Gianluigi Buffon y devolvió la alegría al público. Así, el primer tiempo culminó con un emocionante 1-1.
El segundo tiempo comenzó con un equipo mexicano decidido a llevarse la victoria. Miguel Layún, conocido por su potente disparo, adelantó a su equipo con un impresionante gol desde fuera del área, desatando la euforia en las gradas. Sin embargo, la alegría fue efímera, ya que Dwayne De Rosario empató para el equipo internacional con un remate colocado que dejó sin reacción a Oswaldo Sánchez.
La emoción continuó con el tercer gol internacional, obra de Youri Djorkaeff, quien, con un gran remate de cabeza, colocó el 3-2. Parecía que el partido se escapaba de las manos del equipo mexicano, pero en el último minuto, Jorge Campos, que había dejado su puesto como portero para jugar como delantero, se convirtió en el héroe al empatar el encuentro con un remate acrobático, desatando la ovación del público.
Con el marcador empatado 3-3, el partido se definió en una tanda de penales. Allí, el equipo internacional logró llevarse la victoria, aunque la suerte no sonrió a Miguel Layún, quien falló su cobro. A pesar de la derrota, la velada fue una verdadera fiesta del fútbol, llena de momentos inolvidables y la presencia de grandes leyendas que hicieron vibrar a los aficionados.