CDMX a 5 de febrero, 2024.- El Estadio Azteca, conocido como el Coloso de Santa Úrsula, se prepara para ser el escenario de la ceremonia de inauguración del Mundial 2026, marcando un récord al convertirse en el único estadio en el mundo en albergar tres inauguraciones de la Copa del Mundo. Este anuncio, realizado por la FIFA, subraya la importancia histórica y cultural del estadio en el ámbito del fútbol internacional.
Un mundial expansivo
El Mundial 2026, organizado conjuntamente por Estados Unidos, México y Canadá, promete ser el más grande en la historia del torneo, con un total de 104 partidos y la participación de 48 países. México, en particular, jugará un papel crucial al albergar 13 encuentros en su territorio, distribuidos en tres ciudades: Ciudad de México, Guadalajara, Jalisco, y Monterrey, Nuevo León.
Inversión y preparativos
La preparación para el Mundial 2026 ya está en marcha, con una inversión significativa destinada a la remodelación del Estadio Azteca y otros estadios participantes. Grupo Televisa, por ejemplo, invertirá 150 millones de dólares en el Estadio Azteca, asegurando que cumpla con los estándares internacionales requeridos por la FIFA.
Este esfuerzo no solo refleja el compromiso de México con el éxito del torneo, sino también su enfoque en la sustentabilidad económica, evitando el uso de fondos públicos para las mejoras de infraestructura.
Impacto económico y cultural
La elección del Estadio Azteca como sede de la inauguración y la asignación de partidos a México tienen un significado profundo más allá del deporte. Se espera que el Mundial 2026 genere una derrama económica significativa, estimada en hasta 1,860 millones de dólares para el país. Este evento no solo celebrará el fútbol a nivel global, sino que también destacará la rica historia futbolística de México y su papel como un líder en el deporte dentro de la región.
Un legado continuado
El Estadio Azteca ha sido testigo de momentos icónicos en la historia del fútbol, incluyendo el «Gol del Siglo» de Maradona durante el Mundial de 1986. Su selección como sede de la inauguración del Mundial 2026 refuerza su legado como un símbolo del fútbol mundial. Además, este evento brindará una oportunidad única para que México demuestre su capacidad organizativa y su pasión por el fútbol en el escenario mundial.