El deporte femenino de élite está experimentando un crecimiento sin precedentes. Según un reciente informe de la consultora inglesa Deloitte, se espera que los ingresos globales de este sector superen los 2.350 millones de dólares en 2025, un aumento significativo frente a los 1.880 millones de dólares registrados en 2024. Este crecimiento representa un incremento del 240% en solo cuatro años, un dato que refleja el creciente interés y la inversión en el deporte femenino a nivel mundial.
En 2024, el deporte femenino de élite alcanzó un hito histórico al superar por primera vez los mil millones de dólares en ingresos anuales. Este logro no solo demuestra el potencial económico del sector, sino también su creciente popularidad entre aficionados y patrocinadores. Según Deloitte, los ingresos comerciales (provenientes de patrocinios y merchandising) representarán el 54% del total este año, mientras que las retransmisiones contribuirán con un 25% y los ingresos por partidos con un 21%.
Baloncesto y fútbol: los deportes líderes
El informe destaca que el baloncesto y el fútbol seguirán siendo los deportes que más ingresos generen en 2025, con un 44% y un 35% del total, respectivamente. Estos dos deportes han logrado captar la atención de audiencias globales, gracias a eventos como la Copa Mundial Femenina de la FIFA y ligas profesionales como la WNBA. Además, se espera que eventos futuros, como la Copa Mundial Femenina de Rugby 2025 en Inglaterra y la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2027 en Brasil, generen ingresos significativos y consoliden aún más el atractivo comercial del deporte femenino.
Desafíos y oportunidades
Jennifer Haskel, responsable de conocimiento y análisis en el Grupo de Negocios Deportivos de Deloitte, destacó que, aunque el crecimiento del deporte femenino ha superado las expectativas, aún existen desafíos. “El reto será que la industria del deporte, los socios de marcas y los inversores hagan las cosas de manera diferente”, afirmó. Para aprovechar al máximo esta oportunidad, es crucial que las organizaciones implementen estructuras adecuadas, desarrollen planes de inversión claros y definan una visión a largo plazo.
El atractivo comercial del deporte femenino y de sus atletas es mayor que nunca. Sin embargo, para mantener este crecimiento, es fundamental aumentar la inversión estratégica y crear un ecosistema sostenible que permita al deporte femenino prosperar. Como señaló Haskel, “capitalizar con éxito esta inversión es crucial para construir una industria atractiva para las generaciones venideras”.
El deporte femenino de élite no solo está rompiendo récords económicos, sino también abriendo puertas a nuevas oportunidades para atletas, marcas y aficionados. Con un crecimiento proyectado del 240% en cuatro años, el futuro del deporte femenino parece más brillante que nunca.