La Secretaría de Marina y el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT) han dado un paso significativo hacia la consolidación del Corredor Interoceánico con el reciente movimiento de 2,000 toneladas de trigo pertenecientes a VITERRA México. Este transporte no solo representa un avance logístico, sino que también subraya la importancia de la ruta interoceánica como un modelo de desarrollo sostenible en México.
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec busca aprovechar su ubicación geoestratégica para crear una plataforma logística que conecte los océanos Pacífico y Atlántico. La sinergia entre los servicios portuarios y el transporte ferroviario es clave para detonar el desarrollo regional. Este reciente flete de trigo, que llegó al Puerto de Salina Cruz el 30 de octubre y fue transportado a las bodegas de TRIMEX en Coatzacoalcos, marca un hito importante en la reactivación de esta ruta.
La idea de un cruce interoceánico no es nueva; se remonta a principios del siglo XX con la construcción de la Línea Z. Sin embargo, tras la apertura del Canal de Panamá, los esfuerzos por reactivar esta ruta quedaron estancados. El último intento registrado para transportar trigo por esta vía fue en 2018. Ahora, después de seis años, el movimiento interoceánico vuelve a cobrar vida, demostrando que este modelo logístico puede ser una alternativa viable y eficiente.
VITERRA México es una empresa que conecta productores y consumidores a nivel global, operando en 39 países. Su papel en este transporte es crucial, ya que garantiza que el trigo importado desde Canadá llegue a su destino final de manera efectiva. Por su parte, Grupo TRIMEX DEL SURESTE S.A. es líder en la producción y comercialización de harina de trigo en México, lo que resalta la importancia del trigo en la economía nacional.
El éxito de este transporte no solo depende de las empresas involucradas, sino también del compromiso conjunto entre las autoridades portuarias y el FIT. La consolidación del Corredor Interoceánico como una ruta comercial vital puede ofrecer una alternativa eficiente y sostenible para el transporte de carga. Esto no solo beneficiará a las empresas que confían en este proyecto, sino también a las comunidades locales al generar empleo y desarrollo económico.
El reciente viaje transístmico de 2,000 toneladas de trigo es un claro ejemplo del potencial del Istmo de Tehuantepec como un corredor logístico estratégico. Con iniciativas como esta, México avanza hacia un futuro donde la sostenibilidad y el desarrollo económico van de la mano.