Por Juan Pablo Ojeda
En medio del bullicio de la política mexicana, el Congreso de la República se erige como un pilar fundamental para el avance social del país. Ana Lilia Rivera Rivera, presidenta de la Mesa Directiva del Senado, lo dejó claro al cerrar el Segundo Receso del Tercer Año de Ejercicio de la LXV Legislatura. En sus declaraciones, la senadora de Morena destacó que, a pesar de las diferencias ideológicas entre los diversos Grupos Parlamentarios, todos los legisladores comparten un objetivo común: el progreso, desarrollo y bienestar de México.
Rivera enfatizó que, más allá de las disputas políticas y los desacuerdos sobre cómo llegar a ciertos objetivos, lo fundamental es que cada legislador está comprometido con mejorar la vida de los ciudadanos. En este sentido, el Congreso ha buscado ser un espacio de diálogo y debate, donde las necesidades y aspiraciones de la población sean atendidas con seriedad.
Durante el Segundo Receso, la Comisión Permanente realizó 17 sesiones en las que se abordaron 493 asuntos cruciales para el país. Estos temas, según Rivera, han sido tratados con un enfoque de diálogo, respeto e inclusión, que han permitido que las discusiones sean profundas y productivas. La presidenta del Senado subrayó que la civilidad y madurez mostradas por los legisladores durante el competitivo proceso electoral reflejan un compromiso con el bien común, a pesar de la intensidad de las diferencias políticas.
Un punto importante que destacó Rivera es que el Congreso, en sus sesiones, ha mantenido un firme respeto por los principios democráticos, garantizando que cada legislador pueda expresar sus ideas libremente y que las decisiones se tomen en un marco de legalidad y equidad. Este enfoque busca asegurar que el trabajo legislativo se lleve a cabo de manera ordenada e institucional, sin inclinaciones partidistas ni personales.
Sin embargo, la senadora también hizo un llamado a alinear el trabajo legislativo con las democracias contemporáneas. Esto significa mejorar la eficacia en el desempeño legislativo y mantener una disposición para alcanzar acuerdos que beneficien a toda la población. Según Rivera, a pesar de los éxitos alcanzados en las últimas legislaturas, es crucial que el Congreso continúe evolucionando para responder de manera efectiva a los retos actuales.
En resumen, Ana Lilia Rivera reafirmó la importancia del Congreso como un motor de progreso para México, destacando que, a pesar de las diferencias, el objetivo final es el bienestar común. Su mensaje sugiere un Congreso que, aunque dividido en sus métodos, está unido en su propósito de mejorar el país.