Por Bruno Cortés
Desde que se anunció una modificación al uso de suelo en el Bosque de Chapultepec, las aguas se han agitado en el ámbito político. Por un lado, están los funcionarios de Morena, que defienden la conservación de este espacio natural, y por otro, los partidos de oposición, especialmente el PAN, que ven en esta medida una oportunidad para desarrollar proyectos inmobiliarios en una de las reservas ecológicas más importantes de la Ciudad de México.
La controversia surge de una resolución del Poder Judicial que exige al Congreso local entregar un área de 4,800 metros cuadrados para la construcción de viviendas. La oposición argumenta que esto podría dar paso a desarrollos urbanos de alto impacto, pero muchos en Morena lo ven como una amenaza para el «pulmón verde» de la capital. Esta disputa ha llevado a diputados de Morena a organizar brigadas informativas, arriesgando incluso su puesto en el intento de proteger el bosque.
La zona en disputa se localiza en la calle Montes Apalaches 525, dentro de la Tercera Sección del Bosque. Este espacio no es cualquier terreno; es vital para la biodiversidad de la ciudad. Los críticos del proyecto, como el diputado Víctor Hugo Romo, han denunciado que las inmobiliarias buscan transformar esta área en lujosos desarrollos habitacionales, lo que dañaría la flora y fauna locales.
Xóchitl Bravo, coordinadora de la bancada de Morena, también ha manifestado su intención de utilizar todos los recursos legales posibles para proteger el bosque. Igualmente, Jesús Sesma, del Partido Verde, ha destacado la necesidad de crear estrategias jurídicas que impidan la entrega de este valioso espacio.
La sentencia que ha desencadenado esta controversia fue emitida por el juez Juan Pablo Gómez Fierro, quien permitió la degradación del bosque a favor de la inmobiliaria ‘Trepi’. La situación es tensa, ya que si el Congreso no cumple con la resolución judicial, los legisladores podrían enfrentarse a sanciones, incluyendo destituciones.
El 17 de octubre, los opositores hicieron un llamado para que se cumpla con la modificación del uso de suelo, que se originó en una resolución de agosto de 2024. La empresa ‘Trepi’ ha estado bajo el escrutinio por supuesta corrupción y protección legal que les habría permitido avanzar en proyectos cuestionables.
A pesar de todo, la presidenta Claudia Sheinbaum ha expresado su firme postura en contra de cualquier cambio que perjudique al Bosque de Chapultepec. Sin embargo, la batalla entre conservación y desarrollo sigue en pie, y el futuro de este espacio natural continúa siendo un tema candente en la política mexicana.