Por Juan Pablo Ojeda
El fútbol mexicano no deja de sorprender. El Club América se coronó campeón de la Liga MX por tercera vez consecutiva, logrando una hazaña histórica que quedará grabada en los libros del deporte. En un vibrante duelo en el Gigante de Acero, el conjunto de las Águilas logró una victoria 3-2 en el global, con un espectacular gol de Richard Sánchez y una actuación clave de su arquero, Ángel Malagón, ante unos Rayados que, una vez más, se quedaron con las manos vacías.
El partido, disputado el 15 de diciembre de 2024, comenzó con mucha intensidad. Desde los primeros minutos, los equipos dejaron claro que el título estaba en juego. Cuando apenas transcurrían 19 minutos, Germán Berterame, delantero de Monterrey, cometió una falta al golpear el rostro de un rival. La jugada provocó una revisión por parte del VAR, y aunque Henry Martín anotó en ese momento, el gol fue anulado por posición adelantada. El suspenso crecía en la grada, pero solo unos minutos después, Richard Sánchez apareció para calmar las tensiones.
Con un potente disparo desde fuera del área, el mediocampista paraguayo dejó sin opciones al arquero Luis Cárdenas, quien, a pesar de tocar el balón, no pudo evitar que la pelota se incrustara en el ángulo superior izquierdo. Era el minuto 28, y América había tomado la ventaja. Los Rayados no se dieron por vencidos y, con un remate de Berterame dentro del área, buscaban la reacción, pero Ángel Malagón, el portero americanista, evitó el empate con una atajada espectacular.
El primer tiempo concluyó con una situación imprevista: el capitán del América, Henry Martín, tuvo que abandonar el campo debido a una aparente lesión muscular. Su lugar fue ocupado por Rodrigo Aguirre, quien, como era de esperarse, fue abucheado por la afición rayada, que no olvida su paso por Monterrey. A pesar del contratiempo, el marcador seguía 1-0 a favor de las Águilas al descanso.
Para el segundo tiempo, Monterrey, dirigido por el argentino Martín Demichelis, hizo ajustes tácticos. Las modificaciones fueron claras, buscando revertir la situación en casa. Sin embargo, el bloque defensivo de América se mantuvo sólido, y los intentos de los Rayados fueron neutralizados. A pesar de algunos intentos con Johan Rojas, quien ingresó al campo como revulsivo, fue el propio Rojas quien recortó distancias al minuto 80, marcando el 1-1 tras una jugada de gran destreza, en la que dejó atrás a dos defensores y disparó al fondo de la red.
El estadio se vino abajo. El empate era justo, y el sueño de Monterrey parecía más cerca que nunca. Sin embargo, el América, con el marcador global en 3-2 a su favor, no se rindió. El tiempo agregado de seis minutos pasó volando, y aunque los locales presionaron con insistencia, no pudieron concretar las jugadas necesarias para alcanzar el gol que los igualara en el global. El pitazo final llegó, y la victoria fue para las Águilas, quienes con un global de 3-2, se coronaron tricampeones de la Liga MX, convirtiéndose en el primer club en la era de los torneos cortos en lograr semejante hazaña.
¡¡SOMOS EL AMÉRICA, SOMOS HISTÓRICOS, EL CLUB MÁS GRANDE Y TRICAMPEONES!! 🏆🏆🏆
¡¡¡EL AMÉRICA ES CAMPEÓN DEL APERTURA 2024!!! 🦅#Grand3sDeCorazón 💙💛 pic.twitter.com/mV10ZBOsLJ
— Club América (@ClubAmerica) December 16, 2024
Este título es mucho más que un trofeo más para el América. La victoria frente a Monterrey tiene un sabor especial para los capitalinos, que en el pasado reciente sufrieron duros reveses a manos de los Rayados, incluidos los dolorosos triunfos de Monterrey en las finales de 2019 y 2021. Este tricampeonato también representa una venganza deportiva, pues América ha logrado vencer al que fue su verdugo en varias ocasiones, a la vez que prolonga la «maldición» de Monterrey de no poder conquistar un título de liga en su propio estadio.
Con este logro, el América no solo se consolida como el equipo más exitoso de la actualidad, sino que también marca una era dorada en la historia de la Liga MX. El tricampeonato es una señal de que la institución sigue en constante evolución, manteniendo su legado de éxito. En un fútbol tan competitivo, con equipos que luchan incansablemente por el título, la supremacía del América es una historia que cada vez se escribe con letras más grandes.