Descubre la Majestuosidad del Cañón de La Huasteca en la Sierra Madre Oriental
En las entrañas de la Sierra Madre Oriental, cerca de la ciudad de Monterrey, se encuentra un gigante majestuoso: el cañón de La Huasteca. Este rincón de la naturaleza, parte del Parque Nacional Cumbres de Monterrey, se erige como un espectáculo imponente de montañas, flora y fauna que cautivan a quienes buscan aventuras fuera de lo común.
La Huasteca: Un Paraíso Natural en el Extremo Sureste de Monterrey
El Parque La Huasteca, declarado reserva de la biosfera por la UNESCO, es un santuario que invita a escapar de la rutina y sumergirse en la maravilla natural de Nuevo León. Rodeado por crestas y cumbres de hasta 550 metros de altura, el cañón revela no solo la grandiosidad actual de la zona, sino también su pasado como lecho marino, con fósiles marinos que narran una historia de millones de años.
Aventuras y Leyendas en el Corazón de la Sierra Madre Oriental
Adentrarse en el cañón de La Huasteca es sumergirse en un abanico de actividades para todos los gustos:
Senderismo: Explora los múltiples caminos y pasajes que serpentean por la zona.
Ciclismo de Ruta: Recorre 32 km de rutas con bajo volumen de automóviles, una opción ideal para amantes del ciclismo.
Ciclismo de Montaña: Para los más intrépidos, desafía las rutas de montaña que ofrece el cañón.
Escalada: Con tres rutas disponibles, la escalada es una opción emocionante para los amantes de la adrenalina.
Paseo en Carro: Disfruta de los paisajes sin esfuerzo, recorriendo la carretera y deteniéndote en los puestos locales para probar delicias como elotes
El hombre pájaro y más leyendas por descubrir
Sumérgete en las leyendas locales, como la del Hombre Pájaro, que según cuentan los regios, anida en este rincón mágico. Descubre las historias que sus paredes cuentan, desde su pasado submarino hasta las leyendas que han florecido entre sus montañas.
Cómo llegar a las maravillas de La Huasteca
Maneja hasta la Presa Rompepicos y asciende por las escaleras para disfrutar de un mirador único. Desde allí, observa las maravillas entre las montañas y deja que la belleza natural te asombre.