Para muchos, empezar el día con una taza de café es un hábito innegociable. Se asocia con mayor energía y bienestar, pero ¿qué impacto tiene en los riñones? Estudios recientes sugieren que el consumo moderado de café podría ser beneficioso para la salud renal, aunque en exceso puede causar problemas.
Los riñones son órganos esenciales que filtran la sangre, eliminan desechos y regulan el equilibrio de líquidos en el cuerpo. Además, producen hormonas que controlan la presión arterial, generan glóbulos rojos y fortalecen los huesos. Mantener su buen funcionamiento es fundamental para la salud en general.
El café y la salud renal: Lo que dice la ciencia
Una investigación de la Universidad John Hopkins encontró que beber café de manera moderada podría reducir hasta en un 15% el riesgo de lesión renal aguda. El beneficio es mayor en quienes consumen dos o tres tazas al día, con una reducción del riesgo de entre 22% y 23%.
El estudio, publicado en Kidney International Reports, respalda la idea de que el café también puede prevenir enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y problemas hepáticos.
¿Cuánto café es demasiado?
A pesar de sus posibles beneficios, el exceso de café puede ser perjudicial. La Clínica Mayo establece que un consumo seguro de cafeína para la mayoría de los adultos es de hasta 400 mg al día, equivalente a cuatro tazas de café.
Beber más de esta cantidad puede provocar efectos negativos como:
✔ Dolor de cabeza
✔ Insomnio
✔ Nerviosismo e irritabilidad
✔ Aumento de la frecuencia urinaria
✔ Taquicardia y temblores
Además, el café puede actuar como un diurético suave, afectando el equilibrio de líquidos en el cuerpo. Para quienes padecen enfermedades renales, un consumo elevado de café podría empeorar su condición, aumentando la presión arterial y acelerando el deterioro del riñón.
El consumo moderado de café no es perjudicial para la mayoría de las personas e incluso podría tener beneficios para los riñones. Sin embargo, el exceso puede traer consecuencias negativas. La clave está en mantener un equilibrio y evitar bebidas con cafeína que contengan altas cantidades de azúcar o ingredientes poco saludables.
Si tienes dudas sobre tu consumo de café, consulta a un especialista, especialmente si padeces problemas renales o hipertensión.