El asteroide 2024 YR4 ya no amenaza a la Tierra, pero podría impactar la Luna

El asteroide 2024 YR4, que en un principio fue motivo de gran preocupación por su posible impacto contra la Tierra, ha dado un giro inesperado. Tras semanas de incertidumbre, los nuevos datos obtenidos por el telescopio espacial James Webb han revelado que, aunque el impacto contra la Tierra ha sido descartado, el asteroide podría chocar contra la Luna en un 4% de probabilidades. Este escenario, aunque aún remoto, plantea una interesante oportunidad científica para la comunidad astronómica.

 

Este asteroide, que se estima mide entre 53 y 67 metros —aproximadamente la altura de un edificio de 15 pisos—, superaría el umbral de 50 metros que activaría planes de defensa planetaria en caso de ser una amenaza para la Tierra. En su momento, en febrero de 2024, la probabilidad de que 2024 YR4 impactara contra la Tierra alcanzó un alarmante 3.1%, lo que provocó que las autoridades espaciales de todo el mundo comenzaran a analizar posibles planes de desvío.

 

Sin embargo, tras una serie de observaciones más detalladas, la NASA y la Agencia Espacial Europea han logrado tranquilizar a la comunidad global, ya que las posibilidades de que el asteroide impacte nuestro planeta han disminuido considerablemente. De hecho, la posibilidad de colisión con la Tierra ha sido eliminada completamente para la fecha del 22 de diciembre de 2032.

 

Pero lo que parecía un susto planetario ha dado paso a un nuevo fenómeno: el asteroide podría chocar contra la Luna. Según los últimos cálculos, las probabilidades de impacto lunar se han incrementado al 3.8%, lo que ha generado un creciente interés científico. De acuerdo con Richard Moissl, director de la oficina de defensa planetaria de la Agencia Espacial Europea, el impacto lunar no representa ningún peligro para la Tierra, pero sería una oportunidad única para estudiar la formación de un cráter lunar causado por un asteroide conocido.

 

Para los científicos, este evento sería una especie de «gran experimento». Mark Burchell, científico espacial de la Universidad de Kent, expresó que la posibilidad de observar este impacto sería un escenario fascinante, ya que permitiría obtener datos cruciales sobre la dinámica de los asteroides y cómo afectan a cuerpos celestes como la Luna. De hecho, los telescopios en la Tierra, e incluso los binoculares, podrán capturar el impacto si llega a ocurrir, ofreciendo una oportunidad única para la comunidad astronómica.

 

La NASA ya tiene experiencia en desviar asteroides. En 2022, su misión DART logró alterar con éxito la trayectoria de un asteroide inofensivo, lo que dejó una esperanza para futuros escenarios de defensa planetaria. Sin embargo, este asteroide, el 2024 YR4, parece ser una oportunidad para aprender sin que la amenaza sea grave para la Tierra.

Como si fuera poco, el asteroide 2024 YR4 es el objeto más pequeño jamás observado por el telescopio Webb. Los expertos seguirán monitoreando sus movimientos en los próximos meses, para continuar calculando las probabilidades de impacto y obtener más datos sobre este fascinante cuerpo rocoso que ha despertado la atención del mundo entero.

 

En resumen, mientras el asteroide 2024 YR4 ya no representa un peligro para la Tierra, su posible colisión con la Luna podría abrir la puerta a un sinfín de descubrimientos que ayudarán a la ciencia a estar mejor preparada ante futuras amenazas.

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