El anillo de campeón del Super Bowl XLII que perteneció a Plaxico Burress, ex receptor de los New York Giants, se vendió en una subasta por 280,600 dólares, convirtiéndose en la segunda cantidad más alta pagada por una joya de este tipo. Solo el anillo del Super Bowl V de Don McCafferty, ex entrenador de los Baltimore Colts, ha alcanzado una cifra superior, al venderse en 2022 por 300,000 dólares.
Burress fue clave en la victoria de los Giants en el Super Bowl XLII, celebrado el 3 de febrero de 2008 en Phoenix, Arizona. En ese partido, los Giants vencieron a los New England Patriots de Tom Brady, impidiendo que lograran una temporada perfecta de 19-0, algo que solo han conseguido los Miami Dolphins en 1972.
Para garantizar su autenticidad, Burress acompañó el anillo con una carta donde certificó que era el único y original que recibió tras el campeonato.
De la gloria a la crisis
A pesar de haber ganado aproximadamente 30 millones de dólares durante sus 12 años en la NFL, Burress ha enfrentado problemas financieros y legales. En noviembre de 2008, se disparó accidentalmente en una pierna con un arma sin licencia mientras intentaba ingresar a un club nocturno en Nueva York. Por este incidente, pasó 20 meses en prisión tras declararse culpable por posesión de armas.
Después de su paso por los Pittsburgh Steelers, los Giants y los New York Jets, Burress finalizó su carrera en 2013 con los Steelers. Sin embargo, sus dificultades económicas lo obligaron a vender su anillo de campeón, que ahora forma parte de la historia de las subastas deportivas.
