En el telón de la posrevolución mexicana, el año 1921 marcó un hito trascendental con la creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), dirigida por el visionario José Vasconcelos. Este paso estratégico abrió las puertas a la implementación de proyectos educativos de alcance nacional, marcando el inicio de una era de transformación en la educación mexicana.
Bajo la dirección de Vasconcelos, la SEP no solo se convirtió en una entidad educativa, sino en un faro de esperanza para los menos favorecidos. Vasconcelos impulsó con fervor el proyecto de misiones culturales, llevando la luz de la educación a las áreas rurales y a aquellos que históricamente habían sido excluidos del acceso al conocimiento.
Estas misiones culturales no solo eran educativas; eran un compromiso con la equidad y la inclusión. La escuela rural se convirtió en un bastión de oportunidades, rompiendo barreras y sembrando las semillas de un futuro educativo más justo y accesible para todos.
La creación de la SEP y la visión de Vasconcelos marcaron una nueva era en la educación mexicana, demostrando que el conocimiento puede ser un poder transformador cuando se lleva a todos los rincones de la sociedad.