El pasado 7 de septiembre de 2024, la Fundación Invictus confirmó el fallecimiento de “Pacus”, un jaguar de 12 años que había sido rescatado en una carretera del municipio de Pacula, Hidalgo, una semana antes. El felino fue encontrado deambulando cerca de un basurero en un estado crítico, con una herida de bala en la mandíbula y un tumor letal que aceleraron su deterioro. A pesar de los cuidados intensivos que recibió durante esos días, “Pacus” no logró recuperarse.
El rescate de este majestuoso ejemplar fue posible gracias a una familia que lo avistó y a la intervención de la Fundación Invictus, que lo trasladó de inmediato para intentar salvar su vida. Su estado era grave: además de la herida en la mandíbula, presentaba desnutrición severa y un golpe contundente que afectó su capacidad para masticar, lo que empeoró su condición.
Ericka Ortigoza Vázquez, directora de la fundación, detalló que el disparo había dejado una esquirla en su mandíbula, lo que complicó aún más su tratamiento. A raíz de su muerte, se ha iniciado la promoción de una ley en su honor y la creación de una «Casa del Retiro del Jaguar», con el fin de proteger a esta especie y brindarles un espacio adecuado para su recuperación en caso de accidentes o caza furtiva.
La muerte de “Pacus” ha conmovido a la comunidad local y ha puesto en relieve la necesidad urgente de proteger a los jaguares, símbolo de la riqueza natural de la Sierra Gorda. Este triste desenlace ha motivado nuevas iniciativas de conservación en la región, para evitar que más ejemplares de esta especie en peligro de extinción sufran el mismo destino.