Estados Unidos a 15 de septiembre, 2024.- Estados Unidos ha impuesto sanciones a México debido a la persistente pesca ilegal y las prácticas dañinas para especies protegidas en los mares mexicanos. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EE.UU. ha emitido una calificación negativa que bloquea el acceso de embarcaciones mexicanas a los puertos estadounidenses, afectando especialmente las operaciones pesqueras en el Golfo de Ulloa y el Golfo de México.
A partir del 10 de octubre, las embarcaciones mexicanas que utilicen redes de enmalle, un tipo de arte de pesca que ha sido fuertemente criticado por su impacto en especies vulnerables como la tortuga caguama, no podrán acceder a los servicios portuarios en Estados Unidos, incluidos el reabastecimiento de combustible y suministros, a menos que sea por emergencias. Esta medida ya estaba en vigor para la flota pesquera en el Golfo de México desde 2023 y ahora se amplía al Golfo de Ulloa.
La decisión de la NOAA es una advertencia clara a México, ya que desde 2015 no ha mostrado avances significativos en el combate a la pesca ilegal, a pesar de los múltiples compromisos que el país ha asumido en acuerdos internacionales. Según Renata Terrazas, Directora Ejecutiva de Oceana México, la pesca ilegal es uno de los mayores problemas que enfrenta el país, afectando gravemente tanto a las comunidades costeras como a los ecosistemas marinos.
«Es lamentable que México reciba otra calificación negativa», afirmó Terrazas, quien instó al próximo gobierno, liderado por Claudia Sheinbaum, a priorizar el combate a la pesca ilegal. Oceana, una organización dedicada a la protección de los mares, ha hecho un llamado urgente para que México implemente una estrategia integral que refuerce la vigilancia en sus mares y evite futuros embargos comerciales que impactarían aún más al sector pesquero.
El problema de la pesca ilegal en México es grave, representando alrededor del 40% de las capturas a nivel nacional, según cifras oficiales. Las principales críticas se centran en la falta de acciones efectivas para reducir la captura incidental de especies en peligro, como las tortugas caguama, y en la debilidad de las políticas públicas para controlar estas prácticas. La falta de vigilancia y control en las zonas pesqueras ha permitido que la situación empeore, llevando a sanciones como las impuestas por EE.UU.
Esta prohibición de acceso a los puertos estadounidenses es una señal de alerta que podría tener consecuencias económicas severas si no se toman medidas inmediatas para frenar la pesca ilegal y proteger las especies en peligro.