Estados Unidos a 12 de agosto, 2024.- En un esfuerzo por resolver la prolongada crisis política en Venezuela, Estados Unidos ha ofrecido una amnistía al presidente Nicolás Maduro a cambio de que renuncie al poder y facilite una transición gubernamental, según reveló un informe del The Wall Street Journal (WSJ). El plan, que busca presionar al líder chavista para que abandone su cargo antes del inicio de un eventual tercer mandato en enero de 2025, incluiría indultos no solo para Maduro, sino también para altos funcionarios de su gobierno, quienes enfrentan acusaciones graves por parte del Departamento de Justicia estadounidense.
Las discusiones en Washington sobre esta oferta de amnistía han ganado fuerza tras las controvertidas elecciones del 28 de julio, en las que Maduro fue declarado vencedor con el 52% de los votos frente al 43% del candidato opositor Edmundo González Urrutia. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) aún no ha publicado los detalles del escrutinio, alegando un ciberataque masivo, lo que ha generado serias dudas y acusaciones de fraude por parte de la oposición y la comunidad internacional.
La oposición venezolana, encabezada por la líder María Corina Machado, ha denunciado que cuenta con el 80% de las actas que demostrarían la victoria de González Urrutia, lo que ha intensificado la presión sobre el régimen de Maduro. A pesar de las crecientes protestas en todo el país, que han resultado en al menos 24 muertos y más de 2,200 detenidos según fuentes oficiales y organizaciones de derechos humanos, Maduro sigue negando cualquier irregularidad y acusa a la oposición de falsificar documentos.
Machado, en una entrevista reciente, aseguró que la oposición está dispuesta a negociar una «transición democrática» que incluya garantías y salvoconductos para los involucrados, refiriéndose claramente a las posibles concesiones que EE.UU. podría ofrecer. Sin embargo, Maduro ha rechazado cualquier contacto con Machado, calificándola de «prófuga de la justicia» y señalando que la única negociación posible sería con el fiscal general.
En medio de esta turbulencia, Estados Unidos ha mantenido su postura firme, recordando que solo a través del diálogo y no de la represión, Venezuela puede regresar a las normas democráticas. La embajada estadounidense para Venezuela, actualmente operando desde Colombia, ha instado a la liberación de los opositores detenidos y ha pedido la publicación inmediata de las actas de las elecciones para clarificar los resultados.
Observadores internacionales, incluyendo el Centro Carter, respaldan las proyecciones de un triunfo opositor, mientras que países como Brasil, México, y Colombia han sumado sus voces a la exigencia de transparencia electoral. Sin embargo, Maduro ha desestimado estas críticas, acusando al Centro Carter de mentir sobre el proceso electoral y defendiendo la integridad del sistema de votación venezolano.
El futuro de Venezuela pende de un hilo, con la comunidad internacional observando de cerca cómo se desarrolla este complejo escenario político. Mientras tanto, las calles de Venezuela continúan siendo escenario de protestas y tensiones, en espera de una solución que podría cambiar el curso de la historia del país sudamericano.