Este lunes, el Departamento de Estado de Estados Unidos expresó su preocupación sobre la posible presencia del presidente ruso, Vladímir Putin, en la ceremonia de toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, programada para el próximo 1 de octubre. El portavoz del Departamento de Estado calificó la asistencia de Putin como un evento que podría “restar valor” a la ceremonia, argumentando que su presencia en un evento de esta magnitud sería inapropiada debido a su papel como “autócrata responsable de tanta muerte y destrucción” en Ucrania.
“Las investiduras deben ser celebraciones de la democracia y de transiciones pacíficas de poder. Como nación soberana, México es quien decide a quién invitar a esos eventos. Sin embargo, la presencia de un autócrata, responsable de tanta muerte y destrucción, le restaría valor a lo que será un momento histórico para México”, manifestó el portavoz en una declaración a EFE.
La Administración del presidente Joe Biden también espera que el Gobierno mexicano, al comunicarse con las autoridades rusas, deje en claro su apoyo a la integridad territorial de Ucrania y a la Carta de Naciones Unidas. Esta declaración subraya la tensión existente entre los dos países sobre la presencia de Putin en el evento.
La presidenta electa Claudia Sheinbaum justificó la invitación a Putin al recordar que México tiene una tradición de invitar a los mandatarios de todos los países con los que mantiene relaciones diplomáticas. Sin embargo, Sheinbaum no precisó si el presidente ruso ha aceptado la invitación. Además, la prensa ha preguntado si se espera la asistencia de otras figuras internacionales controversiales como el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, o el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pero Sheinbaum no ha brindado detalles adicionales sobre estos posibles asistentes.
A diferencia de Estados Unidos, México ratificó el Estatuto de Roma, el tratado que estableció la Corte Penal Internacional (CPI), lo que, en teoría, implicaría la obligación de arrestar a Putin si visitara México. No obstante, el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador ha descartado la posibilidad de detener a Putin, argumentando que la cooperación internacional debe ser manejada con sensibilidad.
México ha confirmado que ha enviado invitaciones a todas las naciones con las que mantiene relaciones diplomáticas, así como a organismos internacionales de los que es miembro, según informó el Departamento de Estado.
El portavoz del Departamento de Estado también expresó el deseo de trabajar estrechamente con la presidenta electa Sheinbaum en una “visión común de una América del Norte próspera y segura”, destacando el espíritu de asociación y amistad que Estados Unidos espera compartir con el nuevo Gobierno mexicano.
La situación pone de manifiesto las complejidades de la diplomacia internacional y las implicaciones que las decisiones protocolarias pueden tener en las relaciones entre países. La respuesta de México a las críticas de Estados Unidos y el manejo de la invitación a Putin serán clave para definir el tono de la relación bilateral en los próximos años.