CDMX a 10 de abril, 2024.- En un giro inesperado en la crisis diplomática entre México y Ecuador, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que, contrariamente a las declaraciones iniciales de las autoridades ecuatorianas, sí se intentó imponer una prohibición de vuelos privados entre los dos países. Este hecho se suma a la ya tensa situación generada por el asalto policial a la Embajada de México en Quito, que desencadenó la ruptura de relaciones diplomáticas.
El conflicto diplomático alcanzó su punto álgido cuando fuerzas policiales ecuatorianas irrumpieron en la embajada mexicana en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, acusado de corrupción y refugiado en la sede diplomática. México, en respuesta, suspendió las relaciones diplomáticas con Ecuador, calificando el asalto como una violación flagrante al derecho internacional.
Inicialmente, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas de Ecuador, liderado por Roberto Luque, negó cualquier prohibición de vuelos privados entre Ecuador y México. Sin embargo, un documento interno de la Dirección de Aviación Civil ecuatoriana, filtrado y emitido sin autorización, contradecía esta afirmación, estableciendo una prohibición explícita de operaciones aéreas privadas entre los dos países.
Durante su conferencia matutina, López Obrador desmintió la versión oficial ecuatoriana, afirmando que efectivamente se había emitido una orden de restricción de vuelos, la cual fue posteriormente revocada tras la presentación de pruebas que confirmaban su existencia. El presidente mexicano señaló que las autoridades ecuatorianas tuvieron que aceptar la realidad y anunciaron la renuncia de los responsables de la emisión del documento.
El incidente ha provocado una ola de reacciones internacionales, condenando el asalto a la embajada y la posterior confusión en las comunicaciones aéreas. La situación ha puesto de manifiesto la fragilidad de las relaciones diplomáticas y la importancia de la transparencia y el respeto al derecho internacional.