Mazatlán, Sinaloa a 8 de abril, 2024.- En un evento sin precedentes, la mañana del 8 de abril de 2024 se transformó en un escenario astronómico histórico para México. El presidente Andrés Manuel López Obrador, junto con María Elena Álvarez-Buylla Roces, la cabeza del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), ajustaron el horario de la tradicional conferencia matutina, La Mañanera, para convertirla en una ventana a la ciencia y al universo, aprovechando el fenómeno del eclipse solar total.
Desde Sinaloa, estado privilegiado para la observación de este espectáculo natural, el presidente compartió con la nación los detalles científicos y las medidas de precaución para disfrutar del eclipse de manera segura. Acompañado de expertos, hizo un recuento detallado de cómo se produce un eclipse solar, destacando la importancia del evento astronómico y las precauciones a tener en cuenta para observarlo sin riesgos.
El último eclipse solar visible en México data del 11 de julio de 1991, un evento que marcó a generaciones por su magnitud y belleza. El eclipse de 2024, no solo ha revivido el asombro y la curiosidad de aquellos que vivieron el anterior, sino que también ha atraído la atención de miles de turistas nacionales e internacionales, ávidos de ser parte de este raro suceso. La transmisión de La Mañanera desde Sinaloa, no solo resalta el compromiso del gobierno con la divulgación científica, sino que también pone de manifiesto el impacto económico positivo, reflejado en el aumento de turismo en el norte del país.
En respuesta a la esperada afluencia, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, aseguró la distribución de 250 mil lentes especiales entre la población para observar el eclipse de forma segura, un gesto que subraya la importancia de la prevención y el bienestar ciudadano en eventos de gran convocatoria.
El presidente López Obrador, siempre cercano a su audiencia, no perdió la oportunidad de expresar su admiración por el fenómeno, describiéndolo como «bellísimo» y un «privilegio vivir para contarlo». Su entusiasmo se contagió entre los asistentes y televidentes, demostrando que, más allá de la política, eventos como este unen a la sociedad en torno a la maravilla y el misterio del universo.