Por Juan Pablo Ojeda
Esta tarde, Claudia Sheinbaum Pardo recibió oficialmente la constancia de mayoría que la acredita como la primera presidenta electa de México, marcando un hito histórico en el país después de más de 200 años de liderazgo masculino en el Poder Ejecutivo. La ceremonia, realizada en la sede del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), se destacó por su carácter simbólico y revolucionario, dado que también fue encabezada por una mujer, la magistrada presidenta Mónica Soto.
Un Momento Histórico
La sesión solemne comenzó a las 12:08 horas con un discurso de la presidenta del TEPJF, Mónica Soto, quien destacó la importancia de este evento. Soto enfatizó que la elección de Sheinbaum Pardo representa la ruptura del “techo de cristal” al ser la primera mujer en asumir la presidencia del país. “Hoy, México celebra un hecho histórico, pues tenemos nuestra primera presidenta electa por voto ciudadano,” afirmó Soto.
Discurso de Claudia Sheinbaum
En su discurso tras recibir la constancia, Claudia Sheinbaum Pardo se dirigió a los presentes destacando la significancia de la jornada electoral del 2 de junio de 2024, que fue marcada por una alta participación ciudadana y una elección libre y pacífica. Sheinbaum hizo hincapié en el respaldo popular que recibió su candidatura, obteniendo 35 millones 924 mil 519 votos, equivalentes al 59.76% del total de la votación, superando por 32 puntos porcentuales al segundo lugar.
“Este resultado es un reflejo del compromiso y la conciencia cívica del pueblo mexicano. La elección fue una demostración clara de nuestra vocación democrática y nuestro sentido republicano. Estoy profundamente agradecida por el respaldo y la confianza que el pueblo de México ha depositado en mí,” expresó Sheinbaum.
Reconocimiento a la Justicia Electoral
Sheinbaum también reconoció el trabajo del Tribunal Electoral por su labor en validar la elección y resolver las impugnaciones. “Agradezco a las magistradas y magistrados su respeto a la voluntad popular. Este proceso ha sido una muestra del ejercicio democrático en su máxima expresión,” concluyó la presidenta electa.
Este momento no solo marca un cambio significativo en la política mexicana, sino que también simboliza un avance en la inclusión y representación de las mujeres en los más altos cargos de poder en el país.