Director del IMSS: México y Cuba, la dignidad como brújula
Dieciséis años después de dejar la presidencia de México el general conoció al comandante. En 1956 Lázaro Cárdenas tuvo su primer acercamiento con Fidel Castro, a quien calificó de: un joven intelectual de temperamento vehemente, con sangre de luchador.
En correspondencia, Fidel Castro, estando en la Sierra Maestra, en marzo de 1958, envía una carta al general Cárdenas donde lo ponía al tanto de la Revolución: la lucha en Cuba está en su etapa final y el combate decisivo se librará con las mayores probabilidades de éxito. Agradezco la nobilísima atención que nos dispensó cuando fuimos perseguidos en México, gracias a la cual hoy estamos cumpliendo nuestro deber en Cuba.
La suya fue una admiración mutua. Dos hombres que hicieron de la dignidad la brújula de sus decisiones. Además de admiración, de esa amistad surge una idea aún más útil y poderosa: la solidaridad.
Solidaridad de Cárdenas y Heberto Castillo, listos para viajar a Cuba ante la invasión a Playa Girón. Solidaridad en el voto contra la expulsión de Cuba de la OEA. Solidaridad en nuestro proceso: la revolución de las conciencias en la 4T (Cuarta Transformación).
La máxima por el bien de todos, primero los pobres, traducida a la salud: primero las mujeres pobres y embarazadas, primero los pobres y enfermos que no tienen para pagar.
Esa es la dimensión que le damos a nuestro mecanismo de colaboración. El propósito del IMSS Bienestar de otorgar atención médica oportuna y de calidad, gratuita y universal es un esfuerzo institucional por centralizar al gobierno de la República la atención primaria y hospitalaria que durante el periodo neoliberal se trasladó a los gobiernos de los estados.
Y ellos, los conservadores, sabían que a esa voluntad transformadora del presidente López Obrador se enfrentaría una realidad: el déficit de médicas y médicos especialistas en México.
Y nos vinieron a convidar a arrepentirnos cuando ellos fueron quienes durante décadas apostaron por la derrota del sistema público al no invertir lo suficiente en formación de especialistas.
Era tan descarado el modelo hacia la privatización que hasta un nombre se les otorgó: plazas de difícil cobertura, por no decir vacantes de médicos especialistas a los lugares a donde nadie quiere ir. Y entonces a resignarse: a tener hospitales donde no nacían niños. Quirófanos donde no ocurrían cirugías. Consultorios convertidos en ventanillas de trámite para la referencia a otra unidad con capacidad de atención.
No lo van a lograr se convertía en la sentencia. Pero no recordaban esta bella historia de solidaridad entre dos pueblos.
En julio de 2022 concretamos el acuerdo con los Servicios Médicos Cubanos del Ministerio de Salud de Cuba. Desde entonces han llegado a México un total de 610 médicos de las especialidades más demandadas. Así se llega a donde más se necesita: a la Mesa del Nayar, en Nayarit; a la Montaña de Guerrero; a la Costa Chica de Oaxaca; al desierto de Baja California Sur; a Cananea en Sonora; a Tlaxcala, Colima, a Tierra Caliente de Michoacán; a la Huasteca Alta de Veracruz; a Zacatecas, Morelos y, por supuesto, Campeche, donde tuve el honor de formar parte de la comitiva mexicana en la visita de alto nivel del presidente Miguel Díaz-Canel del sábado 11 de febrero.
Mucho de político y de poético hay en la relación entre México y Cuba. En 1965, a propósito de un viaje a la isla, el poeta Jaime Sabines escribió:
Y en esta tarea Cuba / Haciéndose su casa, Cuba / tiene las manos limpias. / Será una casa para todos, una / casa hermosa y sencilla, casa / para el pan y el agua, casa / para el aire y la vida.
Y yo agregaría que, con los hechos descritos, también será casa para la salud, la esperanza y el porvenir.