Por Juan Pablo Ojeda
El ministro de Asuntos Exteriores de Dinamarca, Lars Løkke Rasmussen, rechazó de manera rotunda las declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, quien había manifestado en varias ocasiones su deseo de anexar Groenlandia, un territorio autónomo danés. Rasmussen recordó que «uno no se puede anexionar un país aliado o cualquier otro país, eso iría contra el derecho internacional», al reafirmar la soberanía de Groenlandia y destacar el apoyo europeo a Dinamarca en este tema.
Trump, quien insiste en que Groenlandia es crucial para la seguridad nacional estadounidense, volvió a manifestar su interés en adquirir la isla durante una comparecencia con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. «Tenemos que hacerlo. Realmente lo necesitamos por seguridad nacional», afirmó el mandatario estadounidense, lo que provocó una respuesta inmediata del gobierno danés.
En este contexto, Rasmussen recordó que Europa había enviado un mensaje claro de apoyo a Dinamarca, refiriéndose a una reunión informal de líderes europeos celebrada en febrero, en la que se reafirmó el respaldo a la soberanía de Dinamarca sobre Groenlandia. Además, el ministro de Exteriores subrayó que no se observa ningún indicio de que la mayoría de los groenlandeses deseen unirse a Estados Unidos, pese a las insinuaciones de Trump.
En Groenlandia, las elecciones autonómicas recientes resultaron en la victoria del partido Demokraatit, que promueve un enfoque de independencia moderada. Aunque el Naleraq, el partido más favorable a la separación de Dinamarca, fue el segundo más votado, ninguna de las fuerzas políticas de la isla respalda la idea de que Groenlandia se convierta en un territorio estadounidense. Rasmussen también destacó la necesidad de «renovar» y «modernizar» el modelo de gobierno autónomo de Groenlandia para impulsar su economía.
Por otro lado, el líder del Demokraatit, Jens-Frederik Nielsen, calificó de «inapropiadas» las declaraciones de Trump, afirmando que estas solo refuerzan la necesidad de la unidad entre Dinamarca y Groenlandia frente a la presión estadounidense. Además, el presidente groenlandés en funciones, Múte B. Egede, acusó a Trump de «faltar el respeto» a los groenlandeses y convocó a una reunión de crisis con los líderes políticos de la isla para discutir cómo responder a la situación.