Dile adiós de inmediato: los 2 hábitos que no debes hacer para prevenir cáncer de cuello
Editor web Maya Comunicación El cáncer representa cualquier tipo de tumor maligno que se forma en el organismo y que en ocasiones puede conducir a la muerte. Entre los más populares se destaca el de pulmón, mientras que en las mujeres se encuentra el cáncer de mama. Además, existen otros peligrosos que son menos conocidos, como el cáncer de cuello. Este será abordado en las siguientes líneas, contándote por qué deberás dejar de fumar y beber alcohol para prevenirlo.
El cáncer de cabeza y cuello se conoce como tal en conjunto porque suele tener su origen en las células escamosas que recubren las superficies de la mucosa de la cabeza y el cuello, de acuerdo a la definición arrojada por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI, por sus siglas en inglés). Y según científicos, fumar y beber alcohol puede ser uno de los causantes.
Este tipo de cáncer suele iniciarse en la boca, la garganta y la laringe, como así también en las glándulas salivales o los nervios de la cabeza y el cuello (menos comunes). Esta enfermedad se diagnostica en estados avanzados, por lo que su cura es mucho más difícil que en otros tipos de patologías. En consecuencia, se dificulta iniciar un tratamiento que pueda ser eficaz para curar al paciente. Es por ello que se trata de prevenir a través de la eliminación de malos hábitos, como los que te mencionaremos a continuación.
Hábitos a evitar para no padecer cáncer de cuello
De acuerdo a profesionales, es fundamental mantenerse alejado de algunos malos hábitos. Es que según importantes estudios, 8 de cada diez casos son originados por el tabaco, ya que el paciente fuma sin control alguno. Los datos aseguran que el 80% de los pacientes con estos tumores son fumadores activos, por lo que dejar de fumar será clave.
Además de abandonar el hábito de fumar, si no queremos padecer este tipo de cáncer será primordial dejar de beber alcohol. Esto se debe a que los fumadores que además beben alcohol, pueden multiplicar hasta 20 veces la posibilidad de desarrollar tumores de cabeza y cuello.
