Cuando nos enamoramos, nuestro cuerpo y cerebro entran en una especie de montaña rusa química. Hormonas, neurotransmisores y circuitos cerebrales se activan, provocando sensaciones de euforia, nervios y felicidad extrema. Investigadores como Helen Fisher y Gabriela González Alemán explican qué ocurre en nuestro cerebro y cuáles son las señales claras de que hemos caído bajo el hechizo del amor.
¿Qué pasa en el cerebro cuando nos enamoramos?
El enamoramiento es una explosión de actividad cerebral. Según la neurocientífica Gabriela González Alemán, áreas como el lóbulo frontal, la amígdala y el área tegmental ventral se activan debido a hormonas como la dopamina, la oxitocina y la vasopresina. Estos químicos no solo despiertan la pasión, sino que también refuerzan el vínculo emocional.
Además, la doctora Silvia Folgar compara el enamoramiento con una adicción: “El amor genera euforia y energía, similar a lo que produce la cocaína, debido al aumento de dopamina”.
Investigaciones de la Universidad de Missouri y la Universidad Católica Argentina identifican estos síntomas del enamoramiento:
- No poder dejar de mirar a la persona amada: Los ojos reflejan la conexión emocional profunda.
- Síntomas físicos: Corazón acelerado, nervios y mariposas en el estómago.
- Sentirse como drogado: La dopamina genera una sensación de euforia y adicción.
- Pensar constantemente en esa persona: Un estudio halló que los enamorados piensan en su pareja el 65% del día.
- Deseo constante de comunicarse: Hablar, chatear o simplemente escuchar su voz se convierte en una necesidad.
- Recordar pequeños detalles: Fechas, palabras o momentos compartidos cobran un valor especial.
- Deseo sexual intenso: La atracción física es un componente clave del enamoramiento.
- Optimismo sobre el futuro: El amor activa el área cerebral que nos hace soñar con planes a largo plazo.
- Amor por sus rarezas: Las pequeñas excentricidades de la pareja resultan entrañables.
- Priorizar su felicidad: El bienestar de la persona amada se convierte en nuestra prioridad.
Hormonas clave en el amor: dopamina, oxitocina y vasopresina
- Dopamina: Genera euforia, exaltación y deseo de más encuentros. Es la responsable del “subidón” del enamoramiento.
- Oxitocina: Conocida como la “hormona del amor”, fomenta el apego y el placer en la intimidad.
- Vasopresina: Relacionada con el vínculo a largo plazo, refuerza la fidelidad y el compromiso.
Según Helen Fisher, el amor romántico suele durar entre 12 y 18 meses, aunque depende de la pareja y las circunstancias. Con el tiempo, la dopamina da paso a la serotonina, generando una sensación más estable de bienestar.
Sin embargo, obstáculos y desafíos pueden prolongar el enamoramiento. “La adversidad estimula el amor romántico”, señala Fisher, explicando por qué las relaciones prohibidas o complicadas suelen ser tan intensas.
Como afirma Helen Fisher: “El amor es un impulso básico de apareamiento que evolucionó hace millones de años”. Desde la ciencia hasta la poesía, el amor es un viaje químico, emocional y humano que nos transforma y nos mueve a buscar la felicidad en otra persona.
¿Y tú? ¿Te has reconocido en estas señales? ❤️🧠
