La tan esperada megamarcha de transportistas, programada para el miércoles 2 de abril en la Ciudad de México y el Estado de México, fue cancelada gracias a un esfuerzo conjunto entre las autoridades federales, estatales y las organizaciones de transportistas. La manifestación, que había sido convocada por la Alianza de Transportistas, Comerciantes y Anexas de México (ACME), tenía como objetivo protestar por presuntas irregularidades en Tlalnepantla de Baz y generar afectaciones en las vialidades principales de ambas entidades.
Motivos de la Marcha: Exigiendo Justicia para el Sector Transportista
Los transportistas denunciaban abusos de autoridad y la fabricación de delitos por parte de agentes municipales y la Fiscalía estatal de Tlalnepantla, lo que había generado una creciente preocupación en el sector. En este contexto, los miembros de ACME demandaban una mesa de diálogo con las autoridades para frenar estas acciones y poder seguir trabajando sin temor a la persecución.
Cancelación y Acuerdos: La Fuerza del Diálogo
Gracias a las intensas negociaciones entre la Secretaría de Gobernación (Segob), el Gobierno del Estado de México y los representantes de ACME, la Alianza de Autotransportistas Autónomos de la República Mexicana (AAA) y Corporativo IZGASA, se alcanzó un acuerdo que permitió evitar la marcha. La prioridad en todo momento fue garantizar la seguridad y movilidad de millones de ciudadanos en la zona metropolitana, evitando posibles bloqueos que habrían afectado gravemente el tráfico y la vida cotidiana.
Este resultado muestra cómo, a través de un ambiente de respeto y entendimiento, es posible encontrar soluciones legales y viables para conflictos complejos, sin que sea necesario recurrir a manifestaciones que pongan en riesgo la convivencia y el bienestar de la comunidad. La cancelación de la megamarcha representa un avance positivo en la relación entre autoridades y transportistas, estableciendo un precedente para la resolución pacífica de futuros conflictos.