Por Juan Pablo Ojeda
Cada 4 de enero, se celebra a nivel mundial el Día del Sistema de Lectura y Escritura Braille, una fecha destinada a crear conciencia sobre la importancia de la inclusión de las personas con discapacidad visual y garantizarles igualdad de oportunidades en todos los ámbitos de la vida. Este día tiene como objetivo sensibilizar a la sociedad sobre las barreras que enfrentan las personas con limitaciones visuales y promover su integración en el ámbito educativo, laboral y social.
La discapacidad visual es una de las principales causas de discriminación en la sociedad, pues quienes padecen de esta condición, ya sea parcial o total, a menudo son excluidos bajo la falsa percepción de que no pueden desarrollarse en las mismas condiciones que el resto de las personas. Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de mil trescientos millones de personas en el mundo viven con algún tipo de discapacidad visual. Esta condición no solo afecta su salud, sino que también limita su acceso a la educación, empleo y otros derechos fundamentales.
En México, la Sociedad Mexicana de Oftalmología estima que dos millones doscientos treinta y siete mil personas tienen algún grado de deficiencia visual, mientras que más de cuatrocientos mil viven con ceguera total. Estas cifras colocan al país entre los 20 con mayor número de personas afectadas por esta condición.
Origen del Día Mundial del Braille
Aunque la conmemoración oficial del Día del Braille fue instaurada en 2019, su origen data de 2000, cuando la Unión Mundial de Ciegos propuso esta fecha para rendir homenaje a Louis Braille, inventor del sistema de lectura y escritura táctil que lleva su nombre. Louis Braille nació el 4 de enero de 1809, y su sistema ha permitido a millones de personas invidentes en todo el mundo acceder a la lectura y escritura.
Louis Braille, nacido en Francia, sufrió un accidente a la edad de tres años que le causó ceguera total. A pesar de su discapacidad, Braille estudió en el Instituto Nacional de Jóvenes Ciegos en París, donde tuvo la oportunidad de mejorar el sistema de escritura táctil “escritura nocturna” de Charles Barbier, que había sido creado para permitir que los soldados se comunicaran en la oscuridad. A los doce años, Braille perfeccionó este sistema creando un alfabeto de seis puntos, que revolucionó la educación y la integración de las personas con discapacidad visual.
El sistema que Braille desarrolló fue adoptado inicialmente por el Instituto Nacional de Jóvenes Ciegos en París en 1854, dos años después de su muerte, y se expandió rápidamente a nivel global, cambiando la vida de millones de personas invidentes. La elección del 4 de enero como día para conmemorar el Braille se debe a que coincide con el natalicio de este gran pedagogo y visionario.
El Braille Hoy en Día
El sistema Braille consiste en un conjunto de seis puntos dispuestos en una matriz de tres filas y dos columnas. Con estas combinaciones de puntos, es posible representar letras, números, símbolos matemáticos e incluso notación musical. Esta sencilla pero poderosa herramienta ha sido fundamental para que las personas ciegas puedan leer y escribir de forma independiente.
En la actualidad, diversas iniciativas buscan fomentar la inclusión de las personas con discapacidad visual. Por ejemplo, en 2017, la empresa Dotincorp desarrolló el Dot Watch, un reloj inteligente con sensores táctiles que imitan el sistema Braille, permitiendo a las personas invidentes leer la hora. Además, en 2015, Coca Cola lanzó una campaña llamada Share a Coke en colaboración con el Comité Internacional ProCiegos, personalizando sus latas con grafías en Braille.
Otro ejemplo reciente de inclusión fue el lanzamiento por parte de LEGO, en 2023, del set Braille Bricks (Juega con Braille), un conjunto de 287 piezas dirigido a niños con discapacidad visual. Este set permite a los más pequeños disfrutar de actividades recreativas y educativas mientras aprenden a leer en Braille.
Conclusión
El Día Mundial del Braille es una fecha importante para reflexionar sobre la inclusión de las personas con discapacidad visual y el impacto que el sistema Braille tiene en su educación, desarrollo y participación en la sociedad. Es esencial continuar promoviendo la igualdad de oportunidades para todas las personas, independientemente de sus capacidades visuales.