Bolivia a 27 de junio, 2024.- La noche del miércoles en La Paz, Juan José Zúñiga Macías, excomandante del ejército boliviano, fue arrestado bajo acusaciones de terrorismo y alzamiento armado tras supuestamente liderar un intento de Golpe de Estado contra el presidente Luis Arce. Este dramático episodio ha sacudido a Bolivia, generando preocupaciones sobre la estabilidad política en el país.
Según informes oficiales, Zúñiga fue capturado mientras realizaba declaraciones a la prensa, siendo interceptado por el viceministro de Gobierno (Interior), Jhonny Aguilera, y llevado a un vehículo policial fuera de un cuartel militar. Este incidente marca un punto álgido en las tensiones políticas y militares en Bolivia, con implicaciones serias para el orden constitucional.
El general Zúñiga, conocido por su experiencia en labores de inteligencia militar, había sido designado como comandante general del ejército boliviano en noviembre de 2022, ratificado por el presidente Arce a principios de 2024. Sin embargo, su carrera no ha estado exenta de controversias.
En 2013, enfrentó acusaciones de desviar fondos federales destinados a beneficios militares, resultando en una sanción de siete días de arresto. Además, durante su mandato, fue señalado por Evo Morales como líder de un grupo militar llamado «Pachajchos», implicado en actividades de inteligencia y presunta persecución política.
El general Zúñiga también provocó controversia recientemente al sugerir la posibilidad de detener a Evo Morales si este persistía en su intento de postularse nuevamente a la presidencia, desafiando una decisión judicial previa que limita sus aspiraciones políticas.
Este incidente subraya las tensiones existentes entre los militares y la política en Bolivia, resaltando la fragilidad de las instituciones democráticas y el papel crucial de las fuerzas armadas en el equilibrio de poder.