Estados Unidos a 17 de septiembre, 2024.- El expresidente y candidato republicano, Donald Trump, volvió a ser el blanco de un presunto intento de asesinato el pasado domingo en su club de golf Trump International, ubicado en West Palm Beach, Florida. Este sería el segundo ataque contra Trump en los últimos dos meses, lo que ha intensificado la preocupación por su seguridad en plena campaña electoral.
Cerca de las 13:30 horas, un agente del Servicio Secreto de los Estados Unidos detectó un rifle apuntando desde los arbustos del campo de golf donde Trump jugaba. Según el agente Rafael Barros, el equipo de seguridad actuó rápidamente, pero el sospechoso huyó de la escena. El expresidente se encontraba a una distancia de entre 270 y 450 metros, lo que permitió que saliera ileso del ataque, según declaró el sheriff del condado, Ric Bradshaw.
Tras el incidente, la policía recuperó un rifle estilo AK-47 con mira telescópica, dos mochilas y una cámara GoPro en el área. Aproximadamente 45 minutos después, las autoridades arrestaron a un sospechoso identificado como Ryan Wesley Routh, quien fue capturado mientras huía en un vehículo negro en la autopista I-95.
Ryan Wesley Routh, de 58 años, es un constructor independiente de viviendas accesibles en Hawái, con un historial de arrestos que se extiende por décadas. Lo que ha llamado la atención es que Routh, quien publicaba críticas contra Trump en redes sociales, había sido entrevistado previamente por la AFP en 2022, cuando se encontraba en Kiev apoyando la resistencia ucraniana contra la invasión rusa.
Durante su comparecencia el lunes ante un juez federal en Florida, Routh fue acusado de posesión ilegal de un arma de fuego y de un arma con el número de serie borrado. Las investigaciones revelaron que había estado oculto en los arbustos desde la noche anterior, esperando el momento para actuar.
Este no es el primer ataque dirigido contra Trump en los últimos meses. En julio, durante un acto en Pensilvania, un tirador lo hirió levemente en la oreja derecha, en un evento donde un asistente perdió la vida. A raíz de estos incidentes, el equipo de seguridad del candidato ha aumentado las medidas de protección, limitando sus eventos a lugares cerrados y hablando desde detrás de una barrera a prueba de balas.
La retórica política de Trump ha sido señalada como un factor que podría estar intensificando los ataques. Durante su campaña para las elecciones de 2024, el candidato ha intensificado su discurso sobre la inmigración, afirmando sin pruebas que los inmigrantes son responsables de una ola de delitos violentos en Estados Unidos.
Este ataque pone nuevamente en la mira al Servicio Secreto de los Estados Unidos, encargado de proteger a los presidentes y expresidentes. Tras el ataque del domingo, se han planteado dudas sobre la capacidad de la agencia para proteger a Trump en sus actividades públicas. En un incidente previo en julio, un tirador logró acercarse a menos de 120 metros del expresidente, lo que provocó la renuncia de la directora del Servicio Secreto. Actualmente, el presidente Joe Biden ha solicitado al Congreso un aumento de personal para reforzar la seguridad en eventos de alto perfil.