CDMX a 29 de diciembre, 2022.- El mal aliento es una de las causas que más nos alejan de otras personas durante las primeras horas del día. Conocido también como halitosis, esta condición de olor particular genera rechazo y malestar, especialmente porque quien tiene un aliento nauseabundo no toma dimensión de ello. Y para evitar que esto suceda, profesionales recomiendan consumir alimentos con probióticos.
La halitosis es condición de salud oral caracterizada por olores desagradables que emanan consistentemente de la cavidad oral, independientemente de su origen. Aunque probablemente se presenta en las primeras horas de la mañana, potenciada con la falta de higiene bucal. Y los probióticos nos ayudarán a reducir este olor, según estudios recientes.
Es que para combatir el mal aliento, además de consumir chicles, caramelos y productos como enjuagues bucales o dentífricos, podremos acudir a distintos alimentos. Se trata de los alimentos fermentados, como el pan, el pepinillo y el yogurt, los cuales cuentan con bacterias probióticas, que descomponen y absorben los nutrientes de los alimentos, protegiéndonos de las bacterias dañinas.
Los probióticos, al rescate
Un reciente estudio confirmó que los alimentos con probióticos serán cruciales en esta tarea, combatiendo los compuestos sulfúricos volátiles que causan el olor desagradable continuo. Y para comprobarlo, los investigadores rastrearon las bases de datos de investigación de ensayos clínicos sobre el tema publicados hasta el 2021. Así, encontraron para el análisis de datos siete ensayos con un total de 278 personas.
Las puntuaciones del revestimiento de la lengua y el índice de placa también se incluyeron en el análisis porque una lengua sucia y la acumulación de sarro entre los dientes se consideran las principales causas del mal aliento. El análisis de datos agrupados mostró que la halitosis se redujo significativamente cuando se consumieron alimentos con probióticos, en comparación con los que recibieron un placebo. “Los probióticos pueden inhibir la descomposición de aminoácidos y proteínas por parte de las bacterias anaeróbicas en la boca, lo que reduce la producción de subproductos malolientes’’, explicaron los investigadores.