Los despertares a las 3 de la mañana son protagonistas de muchas leyendas sobre brujas y demonios. Pero la realidad científica es muy diferente y tiene que ver con el estrés de nuestro día a día.
¿Por qué nos despertamos a las 3 de la mañana? Esta pregunta ha desconcertado a muchas personas a lo largo de la historia, alimentando mitos y supersticiones sobre brujas y demonios. Sin embargo, la explicación detrás de estos despertares a horas inusuales es mucho más sencilla de lo que podríamos imaginar.
Según Greg Murray, Director del Centro de Salud Mental de la Universidad Tecnológica de Swinburne en Australia, los despertares a las 3 de la mañana son normales y, en realidad, están relacionados con el estrés que enfrentamos en nuestra vida cotidiana. Aproximadamente a esa hora, nuestro sueño entra en una fase más ligera, lo que puede llevar a despertarnos momentáneamente, aunque generalmente sin que nos demos cuenta. Sin embargo, cuando nos despertamos y nos mantenemos despiertos, es un indicio de que nuestro cerebro está muy activo debido a preocupaciones o ansiedades.
El mito de dormir de un tirón es solo eso, un mito. El sueño humano tiene varias fases, incluyendo tres fases de sueño no REM y una fase REM. Cuando nos despertamos en la fase de sueño ligero, es posible que ni siquiera recordemos haber estado dormidos. La última fase, la fase REM, es cuando soñamos y consolidamos recuerdos. Durante la noche, una persona adulta pasa por varios ciclos de sueño, y es importante que los microdespertares sean inconscientes. Si nuestro cerebro está activo debido a ansiedad o preocupaciones, estos microdespertares pueden convertirse en los famosos despertares de las 3 de la mañana.
Contrario a la creencia popular, estos despertares no son paranormales ni misteriosos. Son extremadamente comunes en personas con ansiedad o aquellos preocupados por tareas pendientes. Los expertos sugieren escribir las tareas para el día siguiente antes de acostarse, lo que ayuda a liberar la mente y reducir la activación cerebral durante la noche. Además, mantenerse activo durante el día, hacer ejercicio y evitar comidas pesadas antes de acostarse contribuyen a un sueño más reparador con menos despertares nocturnos.
Entonces, ¿por qué a las 3 de la mañana en particular? La respuesta es más simple de lo que parece. En parte, se debe a la probabilidad. Si tenemos un horario regular de sueño, es probable que nos despertemos alrededor de esa hora debido a la fase de sueño ligero. Sin embargo, también existe un fenómeno conocido como «profecía autocumplida», en el que nos obsesionamos con despertarnos a las 3 de la mañana debido a los mitos que rodean a esta hora, lo que puede mantenernos más alerta y llevar a más despertares.
En resumen, los despertares a las 3 de la mañana no son peligrosos ni paranormales. Son una reacción normal del cuerpo al estrés y la ansiedad. Para minimizarlos, es importante cuidar la higiene del sueño y consultar a un médico si persisten, pero definitivamente no a un exorcista.