26 de octubre del 2023
En una escalada alarmante del conflicto en la Franja de Gaza, Israel ha intensificado sus operaciones militares, resultando en la demolición de edificios residenciales y pérdidas humanas devastadoras. El Ministerio de Salud de Gaza ha reportado un número sin precedentes de muertes, que ascienden a más de 750 en las últimas 24 horas, incluyendo más de 300 niños. Esta cifra, la más alta registrada en un solo día desde que se reavivó el conflicto hace casi tres semanas, resalta la gravedad de la crisis actual.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU ha corroborado la gravedad de la situación. Mientras tanto, el ejército israelí justifica sus acciones, acusando a Hamas de operar desde áreas civiles, y asegura que sus objetivos son combatientes y ubicaciones militares estratégicas. A su vez, desde Gaza se han lanzado cohetes sin cesar hacia Israel desde el inicio del conflicto.
Las consecuencias sobre la población civil son desgarradoras. En Rafá y otras zonas, los equipos de rescate trabajan incesantemente entre los escombros de edificios colapsados, muchas veces recuperando cuerpos de niños, una tragedia que se refleja en las crudas imágenes distribuidas por la prensa internacional, incluida la agencia de noticias AP. En varios incidentes, edificios que se derrumbaron cobraron la vida de decenas de personas simultáneamente, como fue el caso de dos familias en Rafá que perdieron a 47 miembros, según fuentes de salud locales.
En medio de esta catástrofe, la población de Gaza enfrenta condiciones inimaginables. Algunas familias, anticipando lo peor, han comenzado a usar pulseras de identificación, temiendo ser enterrados sin nombre, dada la magnitud de las pérdidas. La crisis ha forzado a enterrar a los no identificados en fosas comunes, marcadas solo con números.
El sistema de salud en Gaza está al borde del colapso, con hospitales superados en su capacidad, falta de medicamentos esenciales y combustibles. Israel, mientras tanto, mantiene un asedio riguroso sobre el territorio, que alberga a 2.3 millones de personas, y ha movilizado un gran número de tropas en preparación para una posible incursión terrestre con el objetivo declarado de neutralizar a Hamas.
Con más de 6,500 palestinos muertos, incluyendo 400 niños heridos o asesinados diariamente debido a los bombardeos, según UNICEF, y alrededor de 1,400 muertes en Israel, la región se encuentra en un punto crítico. Las agencias de ayuda están clamando por corredores humanitarios y el suministro inmediato de necesidades básicas, una llamada que resuena en la oscuridad de un conflicto que no muestra signos de disminuir.
Mientras la comunidad internacional sigue con creciente alarma la situación, las repercusiones de esta crisis se extienden más allá de Gaza, con reportes de más de cien palestinos muertos en Cisjordania durante las operaciones del ejército israelí. En este contexto, es imperativo un alto al fuego y una mediación eficaz para prevenir una tragedia aún mayor.